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Y resulta igual todos los años. Actual, esa fiebre que nos entretiene las semanas previas comentando (criticando) la programación, que nos llega cuando pasa el año nuevo, y que durante cuatro días sacude la ciudad como pocas otras cosas, con propuestas que de otro ... modo no serían posibles en este pueblo.
¿Qué es Actual? Pues Actual es un festival de cosas. Cosas modernas, casi todas. Hasta los Rolling, escuchados por un niño, parecen nuevos. Y también cosas rarunas. Como el teatro en sitios donde resulta extraño (como el Palacete) o donde no lo parece tanto, como el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Músicas, todas. O casi, porque falta quien se atreva a programarnos una ópera.
O sea: habría que preguntarse qué no es Actual, dada esa identidad múltiple y cambiante. Quizá es que lo suyo sea no tener una etiqueta y que así, por ejemplo, quepa dentro el canto al hombre y al caldo de David García-Intriago en la Sala Negra, más negra (y roja) que nunca. Oh, vino.
O que así quepan dentro todos los grupos de por los alrededores que saltan al escenario de la Guerra de Bandas, en busca de un hueco el año que viene en el escenario grande, que quién sabe. O también es posible que al hip-hop, que por fin se hacía con un hueco estable y 'Urbano', se le cuele de rondón el reggaeton, esa cosa. Y perrea, perrea.
Pero en fin, con todo eso y con más, al Actual se le ha acabado ya la mitad de su discurso. El festival pisa el terreno del fin de semana, donde dejará sus energías, es de suponer que con el llenazo de Amaral como empujón de autoestima. Y como siempre ocurre, será en los escenarios menores donde se descubrirá la esencia de esta cosa rara en la que salta la maravilla: esa canción, esa voz. Ese Actual.
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