Jazz a este lado de la frontera

«Nuestra única voluntad es generar una música evocadora, que provoque reacciones positivas inefables a quien la escucha». Podría ser la declaración de principios de muchos músicos, pero es lo que dice Marcelo Escrich a propósito de su proyecto Silent Trío y de su primer y exitoso trabajo discográfico, 'Charlie Haden Songbook', un homenaje a «la faceta menos conocida» del contrabajista y compositor norteamericano asociado habitualmente al saxofonista Ornette Coleman.

Jazz de aquí y de allá

En su caso, Escrich, navarro o riojano dependiendo de la ocasión, pero heredero en esencia del platense Piazzolla, se ha agrupado a otros dos colegas del Conservatorio de Música de Navarra, el navarro Alberto Arteta (saxo tenor y soprano) y el zaragozano Luis Giménez (guitarras). Juntos han logrado uno de los álbumes más aclamados del año por la crítica especializada rindiendo tributo al maestro de Iowa y sumando composiciones del propio Marcelo. En vivo, bien lo saben los aficionados locales, hacen como Haden, «dar todo en cada nota como si fuera la última».

Silent Trío abre hoy el concierto y, a continuación, Marcelo Escrich, que ya participó el año pasado en esta sesión de clausura del Ciclo de Jazz de Logroño (entonces junto a Javier López Jaso), también hace doblete como bajista del Es3 Trío, junto al saxo barcelonés Fernando Sánchez y el baterista José Manuel Aparicio 'Gadi', todo un clásico del jazz riojano. Y, a su lado, otro imprescindible local, la guitarra de Caco Santolaya.

Esta formación de profesores de la academia Piccolo y Saxo se define por la improvisación como «pilar básico del jazz de todos los tiempos». Desde su presentación en Munijazz 2010 han frecuentado los escenarios jazzísticos del norte y recientemente han editado 'Equilibrio', un disco «donde despliegan toda su energía en un repertorio eminentemente ecléctico y muy dinámico».

Completa el programa «una experiencia emocional perceptiva para el alma» con el Tommy Caggiani Therion Project, un proyecto personal del baterista y percusionista italo-riojano «fruto de su actitud vital, sus viajes y experiencias, en cuyo repertorio de composiciones originales funde ritmos étnicos e improvisaciones del jazz con semillas musicales de alto poder emocional». Le acompañan en esta aventura que ya ha tocado en las ferias internacionales Womex y Jazzhead el guitarrista madrileño residente en Calahorra Max Canalda, el bajista Germán Ruiz-Alejos, el saxo Guillem Ferrer y Diego Belzunegui al piano y los teclados.

Se completa de este modo un ciclo de jazz que abrió a principios de mayo la vocalista de Brooklin Charenée Wade cantando al poeta maldito norteamericano Gil Scott-Heron y que ha contado con el cuarteto afrocubano de Omar Sosa y el trío del baterista burgalés Gonzalo del Val. Hoy, con once músicos de aquí y de allá en el escenario, no sería raro culminar con una gran . Todos en una noche de jazz riojano; de jazz de todas partes. O simplemente una noche de jazz. Sin fronteras.