La silla 'M' de la RAE no encuentra ocupante

La división se impuso y ni la escritora y periodista Rosa Montero (Madrid, 1951) ni el helenista, filólogo, catedrático, ensayista y traductor Carlos García Gual (Palma de Mallorca, 1943) obtuvieron la mayoría necesaria en la decisiva y última de las votaciones previstas, que son secretas. Al pleno asistieron 34 académicos y aunque no hay confirmación de los detalles de la votación, se habría produjo un empate a 16 votos, a los que se sumarían dos votos en blanco.

Para resultar elegido académico en esta votación final se requiere como mínimo los sufragios «favorables de la mitad más uno de los académicos presentes» en el pleno. Así se indica expresamente en los estatutos de la RAE, que establecen las normas de ingreso de nuevos miembros en la corporación. Al no alcanzarse este número, la vacante no se ha cubierto. Deberá convocarse otra vez y podrían ser propuestos de nuevo cualquiera de los dos aspirantes que este jueves se quedaron en puertas.

Tal como es preceptivo -según el artículo diez de los citados estatutos- cada una de estas dos candidaturas estaba avalada por tres académicos. La candidatura de Montero había sido propuesta por los académicos Carme Riera, Pedro Álvarez de Miranda y Margarita Salas. García Gual contaba con el respaldo de Juan Luis Cebrián, Carmen Iglesias y Francisco Rodríguez Adrados.

Los designios de los académicos son inescrutables y su decisión causó cierta sorpresa, cuando se daba casi por descontado en ingreso de la periodista y novelista madrileña que habría mitigado el desequilibrio de género que lastra la institución. Montero hubiera sido la décimosegunda mujer con plaza en el viejo caserón de la calle Felipe IV y la octava en la actual corporación. En sus tres siglos de historia solo once damas han tenido plaza en una casa que negó al paso a Emilia Pardo Bazán, María Moliner, Rosa Chacel o Carmen Martín Gaite.

La primera académica, Carmen Conde, ingresó en 1979, 266 años después de la apertura de la RAE. Llegaron luego Elena Quiroga y Ana María Matute. Hoy una de cada tres nuevas incorporaciones es una mujer. Paz Battaner (silla s, 2015) fue la última, tras Clara Janés (U, 2015), Aurora Egido (B, 2013), Carme Riera (n, 2012), Inés Fernández Ordóñez (P, 2011), Soledad Puértolas (g, 2010), Margarita Salas (i, 2003) y Carmen Iglesias (E, 2002).

La RAE cuenta con un total de cuarenta y seis sillas de las que a fecha de hoy siguen vacantes las correspondientes a las letras M y J, cuyos últimos titulares fueron Carlos Bousoño, fallecido el 24 de octubre de 2015, y Francisco Nieva, que murió el 10 de noviembre de 2016.

Hace poco se cubría la plaza de la silla 'K', vacante desde el fallecimiento de Ana María Matute el 25 de junio de 2014. Resultó elegida el pasado 6 de abril de la candidatura del arabista Federico Corriente, que está pendiente de lectura del discurso de ingreso para la que dispone de un plazo máximo de dos años a partir de la elección.