ARCO asalta el futuro

Con el presupuesto congelado en 4,5 millones, sus organizadores esperan que más de cien mil personas pasen por los pabellones 7 y 9 de IFEMA desde hoy hasta el domingo 26 de febrero. Según la previsión del presidente del comité ejecutivo de IFEMA, Clemente González Soler, el impacto dejará ingresos superiores a los cien millones de euros para la capital.

Carlos Urroz, al frente del certamen por séptimo año, celebra el regreso de "importantes" galerías internacionales a una feria que, como siempre, conjuga en su oferta las vanguardias históricas, los clásicos contemporáneos y el arte más actual. La obras de 2.600 creadores se reparten en 200 galerías -221 el año pasado- procedentes de 28 países. De ellas, 164 están en el Programa General, y 42 en los programas comisariados. Exhiben pintura, escultura, instalaciones, fotografías, vídeo, arte electrónico, dibujo y grabado. Desaparece la sección 'Solo Projects', dedicada al arte latinoamericano, que se integra en la nueva 'Diálogos'.

Entre las piezas más caras de precio conocido, 'Le triomphe de Nautilus', de Dalí, por la que Leandro Navarro pide 1,4 millones de euros. Algo menos, un millón, es el precio de un cilindro de vidrio fundido de Roni Horn en la firma Hauser & Wirth. La galería Mayoral tasa en 225.000 euros 'The Red Base', una rara tela de Alexander Calder.

Regresan las piezas espectaculares como el 'Domo hexagonal', de Los Carpinteros, en la galería Peter Kilchmann; 'Sphere Jaune', de Julio Le Parc, que ha traído Nara Roesler, o 'Cuidado con la cabeza', de Bernardí Roig, que expone Max Estrella. Las tres están dentro del apartado 'Proyectos especiales'.

Están de vuelta grandes galerías como la británica Lisson, con piezas de los cotizadísmos Ai Weiwei y Anish Kapoor; Hauser & Wirth, de Zúrich, con otro espectacular dúo femenino: Louise Bourgeois y Jenny Holzer. Junto a ellas otros 'pesos pesados' del negocio internacional del arte, como las francesas Michel Rein, con obras de Maria Theresa Alves y Jordi Colomer; Denise René, que trae a Victor Vasarely y Yaacov Agam. Tambien regresan Chantal Crousel, Jocelyn Wolff, la alemana Esther Schipper, o la neoyorquina Alexandra von Hartz. Entre los ausentes Marian Goodman, White Cube, Gladstone o Gagosian.

Inés Katzenstein, una de las comisarias argentinas, ha confeccionado un programa con 12 galerías -todas de Buenos Aires- y 23 artistas, dos por estand. Hay además 17 sedes repartidas por Madrid con propuestas de diferentes y cotizados creadores argentinos, como Guillermo Kuitca en Hauser & Wirth, Julio Le Parc en Nara Roesler, Víctor Grippo en Alexander & Bonin o Tomás Saraceno en Esther Schipper.

Los coleccionistas internacionales que invita la feria, 250 de 44 países y con dos categorías en función de su relevancia, y los 150 comisarios de exposiciones, directores de museos y bienales van a ser de nuevo los más mimados de un certamen que limita el acceso al público general a los últimos tres días, viernes 24, sábado 25 y domingo 26. La entrada costará 40 euros el vienes y el sábado y 30 el domingo.