Tres Tristes Tigres vendieron sus credenciales teatrales en la plaza de abastos. :: miguel herreros

Microteatro en Actual por poquísimo dinero

Teatro Insólito se confirma como una de las propuestas alternativas del festival

Jonás Sainz

Miércoles, 4 de enero 2017, 10:45

La de actor y actriz es la otra profesión más vieja del mundo. Hace cinco o seis años, medio centenar de artistas de la escena madrileña se juntaron para experimentar un proyecto de teatro en un antiguo prostíbulo de la calle La Ballesta, entre ... Gran Vía y Malasaña, para quien no la conozca. Era 'Por dinero', trece grupos representando en trece habitaciones del puticlub trece obras distintas de unos diez minutos para diez espectadores por sala sobre un tema común, la prostitución. Fue un éxito; corrió la voz y pronto la cola daba la vuelta a la manzana. A su lado, esas otras mujeres hechas a todo tipo de tragicomedias seguían haciendo la calle como toda la vida mientras, allí dentro, aquellos artistas y su público probaban en la intimidad otra de las muchas formas de comprar y vender carne humana.

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Inspirado por la fórmula de Microteatro, que hoy es un consolidado local de alterne escénico en el centro de Madrid, a Teatro Insólito le han bastado un par de ediciones para asentarse en Actual como una de las propuestas más alternativas del cambiante Escenario de Culturas Contemporáneas. Este año, diez compañías (nueve riojanas y una madrileña) representan reiteradamente sendos espectáculos de entre breve y media duración en pequeños espacios públicos cotidianos de la ciudad o rincones normalmente privados.

Su incorporación al festival, probablemente la más rentable, mata dos pájaros de un tiro: por un lado, diversifica la programación al incorporar las artes escénicas y la amplía considerablemente con 66 funciones en seis días (del lunes al sábado); y, por otro, da muy necesaria y justa visibilidad a la creciente producción teatral local, ciertamente interesante pero escasa o nulamente contratada en esta comunidad. Acual, es por tanto, la ocasión propicia para consumar tan deseado acto sexual, teatralmente hablando.

Un buen lugar para ello, por ejemplo, ha sido la 'Suite 306' del hotel Marqués de Vallejo. Peloponeso Teatro literalmente ha metido al público como un intruso en una suite nupcial donde la noche de bodas no termina como cabe esperar. Y, aunque las sorpresas desagradables en una cita así no son del todo infrecuentes en la vida real, la obra de Bernardo Sánchez y Begoña H. Hidalgo, interpretada por esta última y dirigida por Gemma Viguera, resulta tan impactante e inquietante como una boda que podría acabar a tiros.

Aunque no intervengan, los espectadores, ahí, como sombras que acechan detrás de las puertas, tan cerca de la intérprete que podrían pisarla con solo mover un zapato, casi respirando su mismo aliento, parecen formar parte del hecho dramático y acaso, al mismo tiempo, viéndose en su imagen, puedan tomar conciencia de lo dramático de sus propios hechos, intrusos en su propia vida y fantasmas en el pellejo de uno mismo.

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Espectador protagonista

Reflexiones en el espejo del teatro que sujetan los mencionados cómicos de Peloponeso o los de Limboescena (que ya han completado sus representaciones el lunes y el martes). Pero Teatro Insólito todavía tiene mucho por delante: la magia de Diego Calavia en el papel de Sibelius Klein ('Del color del cristal', en el Colegio de Aparejadores); Zarándula ('Dcode', en la planta baja del Ayuntamiento), planteando una experiencia escénica sobre la descodificación, participación y percepción del arte contemporáneo; Ipso Facto Impro ('Caos', en el Parlamento de La Rioja), un espectáculo interactivo e improvisado...

Además y ante la preocupante situación económica del teatro y la dificultad de entrar en grandes salas, una compañía de repertorio se aloja en un puesto del mercado donde venden sus productos directamente al público; son Tres Tristes Tigres ('Teatro de Abastos', en el Mercado de San Blas). Y un cuento para todos los públicos de El Perro Azul ('Zapatos de arena', en el IER). Y Robert Nilen ('Ojos que no ven, corazón que lo siente', en la trasera del escenario de la Sala Gonzalo de Berceo), ganador de dos festivales de microteatro. Y Alpiste Teatro ('Paqui y las otras', en el albergue Check In Rioja en la calle Baños), que nos llevará a un entierro engañoso. Y Sapo Producciones ('Cuando suena el carillón», en el Reloj Ibercaja del Espolón), realismo mágico a gran altura...

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Son las pequeñas comedias de Teatro Insólito, enormes dramas comprimidos en píldoras, sueños inabarcables, cuentos al amor de la lumbre, magia inefable, fugacísima poesía... Poesía como el maravilloso 'Tenguerengue' de Limboescena dirigido por Ricardo Romanos en la Casa de la Imagen. Textos deliciosos de Andrés García Cerdán y Dámaso Barrax acompañados por la guitarra extraordinaria del Twanguero Diego García, que tiene dentro a Mark Knopfler, a Django Rein- hardt y hasta a Paco de Lucía...

Esos pocos poemas dramatizados por Miguel Ángel Gallardo, cara a cara, mirando a los ojos uno por uno a cada espectador, haciéndole sentir protagonista, diciéndole que esto que tanto duele y gusta, esto de vivir, no va de un tal Edipo ni de ese otro Hamlet, que esto va de veras y va de ti y de mí... ya hacen que merezca la pena todo un Actual. El gran teatro del mundo también cabe en microteatro. ... Aunque también nosotros terminemos la noche en la esquina, como putas por un puñado de versos.

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