Los «condones del Duque» se exponen en Toledo

Los dos condones, fabricados con piel de cerdo, debieron de utilizarse entre los años 1814 y 1830 pues se hallaron casualmente hace cinco años cuando la directora del Archivo de la Nobleza, Arantxa de la Fuente, y su equipo estaban estudiando la correspondencia francesa del duque. Lo que no está acreditado es si estos preservativos los usó don Francisco con su esposa, María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel y Téllez-Girón, o con alguna amante.

Reutilizables

Estaban escondidos entre documentos del duque y no es habitual encontrar objetos tan originales, reconoce la directora de este archivo que atesora documentos históricos de casas nobiliarias adquiridos por el Estado o bien cedidos por familias para su consulta y conservación. En archivos de fondos públicos o de la administración no suelen aparecer estas sorpresas pero a veces sí ocurre cuando se revisan archivos particulares, explica Arantxa de la Fuente. Este tipo de preservativos eran relativamente comunes entre la nobleza española de la primera mitad del siglo XIX y se elaboraban con tripas de cerdo o cordero. En el caso de los del duque de Béjar se sospecha que no eran desechables, como los actuales, sino que debió de reutilizarlos después de un lavado.

Estos condones son los elementos llamativos de una exposición que el Archivo Histórico de la Nobleza dependiente del Ministerio de Cultura- abre este jueves con motivo del cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Y es que el escritor dedicó la primera parte de El Quijote al duque de Béjar coetáneo. Siglos más tarde, otro duque de Béjar cometió la imprudencia de guardar sus preservativos entre unos documentos que ahora podrán ser vistos por cualquiera. El Archivo Histórico de la Nobleza los mostrará este jueves de 10 a 18 horas.