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Miguel Lorenci
Jueves, 19 de mayo 2016, 17:34
Juan Agustín Ceán Bermúdez (Gijón 1749 - Madrid 1829, no confundir con el político y coetáneo Francisco Cea Bermúdez), encarna la esencia misma de la ilustración. Pupilo de Jovellanos y amigo de Goya y Moratín, fue el primer historiador del arte en España. También crítico y ... sagaz coleccionista, su legado había caído en el olvido. La Biblioteca Nacional de España (BNE) lo rescata y reivindica ahora su figura y su labor pedagógica con una exposición que reúne lo mejor de un excepcional patrimonio intelectual y artístico. Junto al grueso de sus escritos, se muestra su impagable colección, con estampas, grabados y dibujos de Durero, Lucas Cranach, Rembradnt, Piranesi, Rubens, Maella, Murillo, Van Dyck Valdés Leal o Goya que le retrató en varias ocasiones.
La BNE se ha asociado con el Centro de Estudios Europa Hispánica para organizar «una exposición que debíamos desde hace mucho al enorme talento de Ceán, que lo rescata del olvido y pone en valor su legado», según la comisaria Elena de Santiago Páez, bibliotecaria emérita de la institución y artífice de la recuperación de la maltrecha memoria del erudito ilustrado.
«Plasmó el ideario de la ilustración y fue un pionero en defensa de la educación como el principal vector de progreso de los pueblos, además de reivindicar la importancia de arte español aquí y fuera de nuestras fronteras» destaca la comisaria. «Si solo sirviera para que no se confunda más a Ceán con Cea Bermúdez, la exposición habrá merecido la pena» ironizó la historiadora, que ha dividido la muestra en nueve apartados.
Ha logrado reunir 158 obras de las 176 que entre cuadros, dibujos, manuscritos e impresos se analizan en el abrumador catálogo de la exposición. Una selección que pone de relieve «el papel crucial que desempeñó Ceán en el ámbito cultural de ese conflictivo y apasionante momento de la historia de España que fue el final del siglo XVIII y los comienzos del XIX».
Erudito
Prototipo del erudito ilustrado y personaje fundamental para nuestra historia del arte, Agustín Ceán Bermúdez fue un eficaz catalizador de aspectos tan diversos como la historiografía, la crítica de arte, el coleccionismo, la historia de la pintura, la arquitectura, la escultura, la arqueología y, desde luego, el grabado. Proyectó con Goya, que debía ilustrarlo, el Diccionario de Ceán Bermúdez, pero no se llegó a realizar porque resultaba muy caro. Publicó la primera historia de la pintura europea en España y un puñado de monografías sobre las bellas artes.
Además de mantener una estrecha relación con Goya y otros artistas de su época, fue una presencia fundamental del círculo de políticos e intelectuales, -como Jovellanos, Iriarte, Moratín, Vargas Ponce y otros muchos-, que intentaba la regeneración del país a través de la educación, la cultura, la economía o la política.
De origen humilde, fue protegido de Jovellanos, de quien sería secretario, puesto que desempeñó luego a las órdenes Francisco Cabarrús, quien le pondría en contacto con Leandro Fernández de Moratín, a quien le unió una gran amistad.
Académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando, en 1791 se le encomendó el arreglo del Archivo de Indias y gracias a la protección de Jovellanos, fue nombrado oficial de la Secretaría de Gracia y Justicia de Indias. En 1800 publicó su obra más destacada, el 'Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España', y en 1814 la primera biografía de Jovellanos.
La mayoría de las piezas expuestas se conservan en la propia BNE, que recibo el 1866 el grueso de los papel de Ceán con el legado Calderera. Hay, desde luego, obras de Goya: sendos retratos de Ceán, al óleo y en un grabado. También las interpretaciones de grandes obras de Velázquez, como las Meninas, que el genio de Fuendetodos recreó y estudio en su estampas, y una pintura de las santas Justa y Rufina cedidas por el Prado.
Pieza estelar es 'Don Juan Agustín Ceán Bermúdez (hacia 1786)', óleo de Goya en una colección privada en el que retrata al avisado coleccionista ilustrado que se hizo con joyas como la estampa de Durero 'La Melancolía' (1514); 'Abraham despidiendo a Agar e Ismael' (1637), de Rembrandt, o 'Avanci di un antico Sepolcro, occhi detto la Conocchia che si vede poco lungi dalla Porta di Capua per andar a Napoli' (1776), de Piranesi.
Además de obras de coleccionistas particulares que abarcan todos los aspectos de la actividad de Ceán Bermúdez, ceden piezas la Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Biblioteca del Palacio Real, la Fundación Lázaro Galdiano, la Biblioteca de Francisco Zabálburu, el Instituto Valencia de Don Juan, la Fundación Universitaria Española, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Banco de España, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, la Biblioteca Pública Ramón Pérez de Ayala, de Oviedo.
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