El pintor, escultor y matemático Ellsworth Kelly en 2013.

Ellsworth Kelly, maestro de la abstracción, muere a los 92 años

Miguel Lorenci

Lunes, 28 de diciembre 2015, 20:48

El pintor, escultor y matemático Ellsworth Kelly, uno de los maestros de la abstracción estadounidense, falleció el domingo a los 92 años, según informó Matthew Marks, su galerista. Marks anunció a The New York Times la muerte del artista, dueño de un obra de inspiración ... matemática y resolución geométrica en la que evolucionó del expresionismo abstracto al minimalismo. La simplicidad formal de las esculturas, pinturas y grabados de colores brillantes, a menudo monocromáticas, hacen reconocible la obra de Kelly, que murió por causas naturales en su casa en Spencertown, Nueva York.

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Había nacido en Newburgh, Nueva York, en 1923. Estudió en el Pratt Institute, antes de ser reclutado por el Ejército de EE UU y enviado a Europa en 1943 para combatir en la II Guerra Mundial. Tras abandonar la milicia en 1945, estudió pintura en la escuela del Museo de Bellas Artes de Boston. Después regresó a Francia para beneficiarse de varias becas. Los años clave en la formación de Kelly transcurrieron así en París, donde vivió y estudió hasta mediados de los cincuenta. Su primera exposición individual tuvo lugar en la galería parisina de Arnaud Lefebvre en 1951.

"Era muy tradicional. Siempre pintaba desnudos, sin color. Me gustaba Kandinsky. Quería hacer algo diferente", dijo Kelly en una entrevista publicada este mismo mes por el diario británico The Guardian. "Doy lo que tengo. Ya no puedo trabajar en cuadros muy grandes, por lo que las ideas se bloquean un poco", señaló el artista, que reconoció siempre la influencia de Picasso y Matisse en su obra. Su galerista lo definió como "un americano realmente original" que como artista "creó un puente modernismo europeo y americano".

Su consagración llegó en 1996 con las retrospectivas que le dedicaron los museos Guggenheim de Nueva York y el de San Francisco de Arte Moderno. El Guggenheim reunió entonces más de 260 telas, dibujos y esculturas de Kelly en la que fue la retrospectiva más importante organizada en los 50 años de carrera del maestro norteamericano. La exposición, que ocupó la totalidad del célebre edificio en espiral de Frank Lloyd Wright, viajó a Los Ángeles, Londres y Múnich.

Partía de las obras en blanco y negro realizadas en París entre 1948 y 1954, e incluía las inmensas telas que pudo pintar al instalarse en 1970 en el campo neoyorquino. "París era gris después de la guerra", explicó Kelly en el New York Times. "Me gustaba estar solo, ser un extranjero. No hablaba bien francés y apreciaba el silencio", dijo.

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De aquella época datan 'Cité', 'Jardín de Tullerías' y 'Sillas apiladas', telas que no eran aún totalmente abstractas. Llegaría luego la incursión en el expresionismo abstracto, imperante en Estados Unidos a comienzos de los años 1950, y que para Kelly supuso el descubrimiento del color que empleó magistralmente, prefigurando el minimalismo con sus paneles monocromáticos realizó telas de gran formato y tres esculturas realizadas especialmente para aquella exposición del museo Guggenheim.

Con obras para espacio públicos en varios lugares del mundo, diseñó una pieza pare el memorial del Holocausto en Washington. En 2013 se vendió en Londres por 600.000 dólares una escultura de acero cortén de 1983 en la que Kelly rendía homenaje a su colega español Eduardo Chillida.

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"En su obra Kelly abstrae las formas en sus cuadros de observaciones del mundo real, como sombras proyectadas por los árboles o los espacios entre los elementos arquitectónicos", se puede leer en su biografía de la web del Guggenheim.

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