Embajadores de andar por casa

Entre las pinturas destacan dos cuadros de Andy Warhol, varias acuarelas de Walton Ford, un dibujo de Roy Lichtentstein y una serie de óleos de Josef Albers. Pero también están los grandes nombres del expresionismo abstracto norteamericano, como Willem de Kooning y Robert Rauschenberg, así como firmas españolas de la talla de Chillida, Tapies, Antonio Saura, Cristina Iglesias, Javier Romero y Esteban Vicente. La idea forma parte del proyecto Arte en las Embajadas, mediante el cual museos e instituciones prestan sus fondos a las legaciones que Estados Unidos tiene repartidas por todo el mundo, unas 200 sedes en total. Por la calidad y cantidad de las obras, la de Madrid es ahora la joya de la corona de este proyecto, que ha sido enriquecido, además, con los préstamos de artistas que son amigos personales del embajador y su pareja, así como con piezas de sus colecciones particulares.

En el recorrido por las estancias de la embajada (el recibidor, el gran comedor con capacidad para 50 comensales, los salones, el despacho) no solo las obras de arte llaman la atención. También lo hacen las decenas de fotografías que retratan la estrechísima relación de amistad entre Costos y Smith y el matrimonio Obama, que, por cierto, encargó a este último la reforma de la Casa Blanca y del Despacho Oval. Precisamente, en una de las fotos la pareja charla distendidamente en el famoso despacho con un Barack Obama recostado sobre el no menos célebre escritorio Resolute, regalo de la Reina Victoria al presidente Hayes en 1880. Una imagen que, en menos de mil palabras, dice que Obama con sus embajadores en España se siente como en casa.