San Cristóbal tiene arreglo

Los trabajos los está realizando la empresa Construcciones Garrido y se centran fundamentalmente en la reparación de las cubiertas, reposición de las tejas y madera de las mismas con el correspondiente tratamiento, así como la sustitución de las dos vigas maestras tronchadas del pórtico.

Todavía no hay fecha concreta para la finalización de las obras, que también incluyen la mejora de la instalación eléctrica y de iluminación existente en el hueco de acceso desde la torre al espacio bajo cubierto de la nave.

Hasta la pasada semana, se había reparado una parte del tejado, quedando la parte principal y la techumbre del pórtico, cuyas arcadas son el referente visual del templo. La historiadora María Medina Codés figura como asesora en el equipo de trabajo del despacho de arquitectura.

El retejado será total en toda la cubierta y se espera que, a medio plazo, según anota la propuesta de restauración, pueda evacuarse buena parte del terreno adosado a los muros por el daño que provocan las filtraciones de agua en el interior.

La estructura de San Cristóbal se encontraba en un estado calamitoso. Buena parte de las tejas estaban movidas o rotas; la madera de las cubiertas podrida por las humedades, así como tronchadas dos de las vigas maestras del pórtico.

El deterioro era tal que la techumbre de la porticada corría riesgo de caerse, con evidente peligro para los visitantes que se acercan a la localidad. San Cristóbal era y es el principal foco de atracción turística de la localidad.

Los problemas fueron agravándose en el tiempo, sin que el Ayuntamiento y la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno riojano alcanzaran un acuerdo sobre las competencias de cada una de las instituciones y sobre la cuantía necesaria para las obras.

Finalmente se desbloqueó el primer paso cuando Cultura asumió una partida de 43.000 para llevar a cabo las obras y con el compromiso del Ayuntamiento de correr con los gastos del proyecto.

Sin embargo, hoy se plantea si la partida consignada será suficiente para completar otros arreglos que se antojan necesarios en el interior del templo. En la propuesta de restauración presentada en el Colegio de Arquitectos no se precisa ninguna intervención en el interior (paredes y suelo de tarima).

Toda la zona interior, como puede apreciarse en las imágenes centrales, está afectada por las goteras y humedades que ha tenido que soportar el templo. Paredes, tarima y hasta otros elementos requieren de otras actuaciones, como reconocen algunas personas de la propia localidad y otros visitantes amantes del arte.

El informe elaborado en su momento por el arquitecto de la Diócesis precisó en su día que la reparación de las cubiertas costaría 43.000 euros, cifra que ha coincidido por el montante aportado por la Dirección de Cultura del programa de ayudas para ermitas. Sin embargo, también señalaba que sería necesario otro tanto para otras necesidades en el entorno del templo de Canales.