Mauritshuis, un museo de fábula

Pintada por Johannes Vermeer entre 1665 y 1667, La joven de la perla es la rutilante estrella del Mauritshuis. Es, con la Gioconda, uno de los retratos femeninos más famosos de la historia de arte, no en vano conocida como La Mona Lisa del Norte. Brilla en plenitud en su remozada casa que se cerró en abril de 2012 y se reabre el 27 de junio con presencia de los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima.

Ha vuelto a casa tras una gira de dos años por museos de Estados Unidos, Italia y Japón que ha permitido disfrutar de su belleza a casi dos millones de personas y hacer caja para pagar las obras. Solo en Japón más de un millón de almas desfilaron a lo largo de seis meses para admirarla en dos museos de Tokio y Kobe.

Se exhibe en su remozada casa junto a otros dos de los apenas 30 cuadros de Vermmer: Diana y sus Ninfas y Vista de Delft, uno de los más famosos óleos del genio holandés, datado entre 1658 y 1660 y que quien era un conocedor tan exquisito del arte como el baron Thyssen tenía por el cuadro "más bello del mundo".