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ENRIQUE RODRÍGUEZ ROCANDIO
Martes, 10 de junio 2014, 01:07
Las cataratas se producen por una pérdida de la transparencia del cristalino, que se va volviendo opaco, provocando una pérdida progresiva de visión.
El cristalino es una lente elástica que tenemos dentro del ojo y que nos permite ver las cosas nítidas desde todas las distancias durante los 45 -50 primeros años de la vida.
La causa más frecuente de las cataratas es la edad, afecta al 50% de personas de entre 65 y 75 años, llegando al 70% en mayores de 75 años. La edad es la principal causa, pero pueden manifestarse a cualquier edad por distintas causas: congénitas, traumáticas, secundarias a enfermedades oculares (uveítis) o sistémicas (diabetes) y por consumo prolongado de algunos fármacos (corticoides).
En el mundo hay más de 20 millones de ciegos por cataratas. Según la OMS, es la primera causa de ceguera reversible en el mundo, casi el 50% de ciegos a nivel mundial. El 90% de estos ciegos están en países pobres por no disponer de medios para acceder al tratamiento.
En los últimos años se ha conseguido una disminución significativa del número de casos, gracias a acciones realizadas por organismos internacionales (OMS) y al esfuerzo de numerosas ONG, entre las que se encuentra Visión Mundi Rioja, que han permitido una mayor concienciación social y política, consiguiendo así la adopción de numerosas acciones locales.
El 80% de la ceguera es evitable y susceptible de tratamiento, en este caso quirúrgico. Actualmente el único tratamiento eficaz es la cirugía.
En el año 2013 se realizaron mas de 7 millones de operaciones de cataratas, de ellas cerca de 400.000 se hicieron en España. En la actualidad la cirugía de la catarata es, dentro de la oftalmología, la operación reina por la técnica y por los brillantes resultados de recuperación visual que se consiguen.
Desde las primeras intervenciones de cataratas realizadas a la actualidad se ha producido una evolución y progreso constantes.
La facoemulsificación
Charles Kelman introduce en 1967 la facoemulsificación, técnica que utiliza ultrasonidos para fragmentar el núcleo de la catarata y aspirarlos a través de una pequeña incisión.
Hemos visto cómo las cataratas no se operaban hasta que la persona afectada estaba casi ciega. Se debe estudiar individualmente la indicación quirúrgica, según la limitación que la pérdida de visión produce en las ocupaciones del paciente. No se debe esperar a que la catarata avance mucho y no existe límite de edad para operar.
Actualmente, la facoemulsificación ultrasónica es la técnica de elección en casi el 100% de los casos.
Consiste en la fragmentación de la catarata a través de una incisión de unos 2,2 mm y en la posterior aspiración de los fragmentos del contenido opaco del cristalino, dejando el saco transparente que lo envuelve y terminando con la colocación de una lente intraocular que sustituye al cristalino. El cirujano escoge el tipo y potencia de lente indicado a cada caso.
Es una operación rápida, indolora, de bajo riesgo anestésico (en la mayoría de los casos se realiza con anestesia tópica, gotas de anestesia), al finalizar la operación no es necesario tapar el ojo y la recuperación y rehabilitación son rápidas.
Los resultados de esta técnica, impensable hace 25 años, son de más del 95% de casos sin complicaciones, y cuando aparecen suelen ser breves y reversibles. Sólo raramente pueden aparecer complicaciones graves (infecciones, hemorragias, desprendimiento de retina).
Además, hay que valorar que no todas las cataratas son iguales, algunas tienen más riesgo de complicaciones (ojos previamente operados de vítreo o retina, secundarias a traumatismos, con pseudoexfoliación de cristalino o con enfermedades del ojo como la retinopatía diabética).
En consecuencia, es siempre necesario un diagnóstico e indicación quirúrgica adecuados y minuciosos, lo que exige del cirujano una formación y experiencia quirúrgica importantes para poder sentar la indicación quirúrgica personalizada y afrontar las posibles complicaciones con garantía; además, se debe disponer de la tecnología más avanzada.
El Femtofaco
Actualmente, el objetivo de la cirugía de la catarata es restablecer la transparencia del cristalino y además, en los casos que lo precisen, corregir sus defectos refractivos previos (hipermetropía, miopía, astigmatismo).
El Femtofaco es la última novedad en cirugía de cataratas, que hace uso del láser de femtosegundo para asistir al cirujano en los primeros pasos de la operación de facoemulsificación ultrasónica. Puede ser la técnica de futuro cuando se mejore.
La cirugía actual de la catarata, como ya hemos explicado, es rápida, indolora y no requiere ingreso. Pero es una operación muy delicada. Ante ella se han de tomar todo tipo de precauciones, realizar un estudio preoperatorio adecuado que nos permita evaluar el alcance de la catarata y establecer la planificación quirúrgica, ser serios y pensar que estamos ante un acto quirúrgico importante. Una intervención que, en definitiva, tiene como objetivo final mejorar nuestra calidad visual y, en consecuencia, nuestra calidad de vida.
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