«Animo a los jóvenes a que se dediquen a la ciencia; no hay mayor aventura»

Usted nació en Logroño y desarrolló su carrera en Estados Unidos y Alicante. ¿Sigue manteniendo relación con La Rioja?

Sí, de hecho hace un par de meses estuve en Logroño ya que tengo una estrecha relación con la Universidad de La Rioja. Desde que me concedieron el Premio Teresa Pinillos en el 2005 no he dejado de colaborar con la UR. Desde hace años participo en la organización del Curso de Verano de Historia de la Química y he dado varias conferencias. Además trabajo muy estrechamente con el grupo de Materiales moleculares organometálicos que dirige la profesora Elena Lalinde, con el que hemos publicado varios articulo científicos y recientemente hemos desarrollado una patente conjunta.

¿Investigar en España tiene algo de odisea? ¿Se nota la actual crisis?

La investigación entendida como la aventura que supone descubrir lo que aún no conocemos siempre tiene algo de odisea, de viaje lleno de peligros y destino incierto. Por eso animo a los jóvenes a que consideren dedicarse a la ciencia. No hay mayor aventura en la que puedan embarcase. Y si bien los retos son grandes y exige mucho esfuerzo, pocas actividades nos llenan de tanta satisfacción como descubrir las soluciones a los grandes problemas a los que nos enfrentamos. También quisiera recordarle a aquellos que tienen la responsabilidad de administrar lo público que son los países que más dinero invierten en I+D los que han sido menos afectados por la crisis. En su mano está que estos jóvenes que han decido dedicarse a la investigación puedan llegar a buen puerto y beneficiarnos todos de su trabajo y esfuerzo.

Con un currículo tan amplio como el suyo, ¿qué supone el Premio Jaime Primero de Nuevas Tecnologías?

Hoy en día la investigación no la realizan personas aisladas, sino que trabajamos en equipos. Por eso este tipo de premios reconocen la labor, a veces callada, de mucha gente. Quiero aprovechar para agradecerles a mis estudiantes de doctorado, a los grupos de investigación e instituciones con los que colaboro, entre ellos la Universidad de La Rioja, que hayan hecho posible este premio. En realidad es tanto suyo como mío. Por otra parte, este premio también supone un reconocimiento a los científicos que hemos asumido el riesgo de crear nuestras propias empresas para poner al alcance de todos los resultados de nuestro trabajo en el laboratorio. Es posible emprender desde la universidad, de hecho, mi experiencia como emprendedor me ha hecho mejor científico ya que me ha enfrentado a nuevos retos y también mejor profesor, ya que me ha dado una experiencia de primera mano y un conocimiento práctico de lo que explico.

Usted dirige el Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante. ¿Cuál ha sido su trayectoria para llegar hasta este puesto? ¿Qué investigaciones llevan actualmente a cabo?

Quizás el hecho mas transcendente fue que en el 2001 me concedieron una beca postdoctoral Fulbright que me permitió investigar durante dos años en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Allí desarrolle una nueva tecnología que es la base de la empresa de la que soy fundador, Rive Technology, que comercializa nuevos nanomateriales para el sector energético. Tras consolidar y crecer mi empresa, decidí volver a España donde trabajo como profesor en la Universidad de Alicante donde investigamos sobre nuevos materiales para la producción limpia y eficiente de energía.