El padre Jesús Martínez de Toda, prior de Valvanera.

«No queda más que una pequeña parte de lo que tuvimos»

PPLL

Domingo, 25 de mayo 2014, 00:21

No todas las abadías de la Alta Edad Media tenían un escritorio, aunque en todas ellas, cierto, había monjes escribanos que transcribían documentos de posesiones, privilegios, fundaciones... Pero en Valvanera, como explica el prior, Jesús Martínez de Toda, «no se sabe de un escritorio, pero sí poseemos manuscritos que se han ido adquiriendo y se conservan hoy».

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Martínez de Toda lo sabe. «En los fondos de la abadía no queda más que una pequeña parte de lo que hubo en sus tiempos». Una parte gracias a la labor del abad Fray José Fernández Larrea, cuya historia es curiosa. «Larrea envió una parte de los documentos para su custodia en Villoslada y otros muchos pueblos del Najerilla. Los propios monjes recogieron libros y documentos durante la desamortización y los guardaron. Luego fueron devolviéndolos a partir de 1883, cuando los monjes volvieron a la abadía».

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