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Los hermanos Dalton, cuatro forajidos que se dedicaban a robar bancos a finales del siglo XIX, protagonizaron películas, tebeos y una popular serie de televisión, donde eran perseguidos hasta la saciedad por Lucky Luke, un vaquero solitario que siempre lograba frustrar sus planes. La policía, ... cual Lucky Luke, lleva años siguiendo los pasos de una familia de atracadores de Málaga, conocida como Los Dalton, sobre la que también se han escrito ríos de tinta y hasta programas de televisión. Tras su última detención, que les llevó a pasar una temporada entre rejas, parecían retirados. Pero no. Al menos, alguno de ellos.
David L. L., alias El Oreja, considerado por la policía el cerebro de la banda, ha vuelto a ser detenido hace unos días al intentar robar junto a un familiar en una sucursal de Bankinter situada en la avenida de Andalucía, en Málaga capital, a dos kilómetros en línea recta de la Comisaría Provincial, en la plaza Manuel Azaña.
Ocurrió sobre las 12.15 horas del 19 de abril. Los servicios de emergencias recibieron una llamada que alertaba del atraco en la entidad. Dos policías locales que estaban en la zona acudieron al aviso. Al llegar, se acercaron a echar un vistazo a través de la cristalera de la sucursal y observaron desde la misma a una mujer corriendo a esconderse a un despacho mientas les hacía señas con una mano.
Para evitar ser descubiertos, se dirigieron a un lateral del banco y desde ahí pudieron ver lo que pasaba dentro. Uno de los policías locales observó que al fondo había una mujer y un hombre, ambos empleados, que parecían estar muy asustados. También ellos les hicieron gestos con las manos. Parecían señalarles un pasillo de la oficina.
Los dos policías locales accedieron a la sucursal. Tras desenfundar sus armas reglamentarias, gritaron «¡alto, policía!». Los dos atracadores salieron y se tiraron al suelo. Ahí los detuvieron e intervinieron una pistola que resultó ser simulada. En ese momento no lo sabían, pero acababan de detener al líder de Los Dalton y a un familiar que lo acompañaba, aunque esta vez no era ninguno de sus tres hermanos.
El de David L. L. no es el perfil habitual del atracador de bancos: ha estudiado Derecho y es aficionado a la lectura y los deportes de contacto. Pero, según cuentan quienes lo conocen, ama por encima de todo el 'bon vivant': restaurantes de moda, hoteles caros y viajes a lugares paradisíacos. La fuente añade: «No creo ni que lo haga por dinero».
Su historial delictivo arranca cuando aún era menor de edad y suma una decena de detenciones. El último antecedente data del 25 de febrero de 2019, cuando cayó junto a parte de la banda -y toda su familia- en una operación de Policía Nacional y Mossos d'Esquadra que se saldó con 13 arrestados.
En noviembre de 2020, la Sección Primera de la Audiencia Provincial condenó a David López, a su hermano y a dos compinches a cuatro años de cárcel -la sentencia se alcanzó de conformidad- por el atraco a una sucursal de Bankinter situada en Marbella, a la que habían accedido previamente mediante un butrón.
Una vez dentro, apuntaron con una pistola detonadora a cinco empleados del banco, a los que exigieron la palabra clave de la alarma y que abrieran la caja fuerte. Los trabajadores, asustados, obedecieron e introdujeron, bajo sus órdenes, el dinero de la caja en bolsas de plásticos. Se apoderaron de 214.235 euros.
Tras escapar del banco, utilizaron una radial para intentar abrir varias cajas de seguridad sustraídas del banco. Lo lograron con una de ellas y se apoderaron de otros 50.000 euros en efectivo, dos relojes de la marca Pattek Philippe, otro de la marca Omega y varias joyas que fueron tasadas en 117.000 euros.
David L. L. y su hermano guardaron parte del dinero y joyas sustraídas en una finca de Cártama propiedad de sus padres. Estaban enterradas -no fue fácil para la policía localizarlas- y escondidas dentro de una nevera de la playa y dos cofres de metal. Allí había cerca de 60.000 euros en efectivo procedentes de robos.
El Sindicato Independiente de la Policía Local de Andalucía (SIP-AN), sindicato que representa a la mayoría de agentes en Málaga y Andalucía, ha solicitado a través de su secretario general, Manuel Troyano, un reconocimiento para los dos policías locales que arrestaron a los atracadores de la sucursal de Bankinter en la avenida de Andalucía.
El líder sindical ha pedido a la Jefatura de la Policía Local que, dado que este año Málaga acogerá la entrega de medallas al mérito de las policías locales de Andalucía, se proponga a estos dos funcionarios para la concesión de dicha distinción.
Desde el SIP-AN han destacado «la importancia y la urgencia» de que la Policía Local sea considerada profesión de riesgo: «Este tipo de servicios, y otros muchos que nos encontramos cada día que nos ponemos el uniforme, evidencian la necesidad de que de una vez por todas se reconozca a la Policía Local como profesión de riesgo, ya que de haberles sucedido algo a estos agentes que les impidiera seguir desempeñando su trabajo podrían haberse jubilado con tan solo una pensión del 55%».
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