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Recorte del diario HOY durante la celebración del juicio. HOY
Mató al hombre que prostituyó a su hija

Mató al hombre que prostituyó a su hija

En un juicio en Miajadas en 2004, un hombre fue procesado tras disparar siete veces al conductor de una ambulancia y se temió que fuese a por otros tres vecinos

Sábado, 20 de enero 2024, 12:03

Una niña de solo 11 años iba en bicicleta por su calle cuando observó la peor escena que vería en su vida. Su padre salió de su vivienda, se subió a la ambulancia que conducía y arrancó. Solo avanzó unos metros hasta parar en un Stop. En ese momento otro hombre se bajó de un coche con una pistola, apuntó por la ventanilla del conductor y disparó seis tiros. Luego rodeó la ambulancia, metió el brazo por la ventanilla del pasajero, en cuyo asiento había caído el herido, le pegó la pistola a la sien y lo remató.

Esta niña no era la primera menor víctima en esta historia. El asesino había actuado por venganza, porque el fallecido había prostituido a su hija de 14 años.

Hace 20 años del juicio que revisó estos hechos y que se celebró en la Audiencia Provincial de Cáceres. El drama, sin embargo, comenzó años antes. En 1999 una pareja de agricultores de Miajadas se trasladó a Valencia para trabajar en la recogida de aceituna. Dejaron a su hija de 14 años en el pueblo al cuidado de su abuela.

La joven se enamoró de un hombre que entonces tenía 36 años (J. P. F). Según se dio como hechos probados en un juicio posterior, «llegó a tener relaciones completas con la menor, hasta el punto, vista la total entrega por parte de ésta, de llegar a exigirle dinero a cambio de continuar la relación».

La niña le entregó todo el dinero que sus padres le habían dejado para gastos mientras estaban fuera y, como no tenía más, comenzó a acostarse con otros hombres animada por el que consideraba su novio. «Y una vez concluida cada relación, las cuales nunca fueron realizadas voluntariamente por la menor, ésta acudía junto a J. P. F. al cual le hacía entrega del dinero conseguido», indicó el acta del juicio que también reveló que prostituía a la niña por tarifas de entre 6 y 30 euros.

Imagen principal - Mató al hombre que prostituyó a su hija
Imagen secundaria 1 - Mató al hombre que prostituyó a su hija
Imagen secundaria 2 - Mató al hombre que prostituyó a su hija

Cuando los padres de la menor volvieron a Miajadas, se enteraron de los ocurrido y decidieron denunciar. El juicio se celebró en Cáceres en 2002 y procesó a J. P. F. y a otros tres hombres que tuvieron relaciones con la menor. Cada uno de los cuatro acusados fue condenado a dos años de prisión por un delito de favorecimiento a la prostitución. También se les exigió indemnizar a la víctima con 30.000 euros. Para la familia de la afectada la condena era insuficiente porque los responsables no tendrían que entrar en prisión.

La sentencia fue recurrida ante la Audiencia Provincial de Cáceres. Este tribunal decidió en marzo de 2003 mantener la misma pena de prisión, eliminar la indemnización a la víctima y que pagasen una multa de 2.700 euros.

Miedo en una boda

Unos días después de esta decisión, el padre de la menor agredida, J.F.P., decidió tomarse la justicia por su mano y disparó al principal responsable. Luego huyó.

La Guardia Civil desplegó un amplio dispositivo en busca del responsable, al que habían visto dos testigos, la hija de 11 años del muerto y un vecino que sacaba su coche del garaje en esos momentos.

El pánico se extendió por Miajadas. Se creía que el padre iba a regresar a buscar a los otros tres implicados en el juicio de su hija. De hecho, la Guardia Civil protegió a estos tres hombres e incluso puso vigilancia en una boda. Era de un familiar de uno de los protegidos y se temía que se produjese una matanza si el tirador se presentaba.

El presunto responsable, sin embargo, fue detenido solo trece horas después de los hechos. Se entregó voluntariamente en el cuartel de Trujillo. Se confirmó que tenía dos escopetas, pero no se encontró nunca la pistola del crimen, una del 22. Negó ser el autor de los disparos, incluso cuando fue identificado en dos ruedas de reconocimiento distintas.

«Estaba perturbado»

Su juicio se celebró en junio de 2004. En él mismo, el acusado dijo no recordar nada sobre el crimen, aunque admitió «que es posible que lo hiciera, pero en mi cabeza no está claro». Aseguró además que «estaba perturbado por las aberraciones que hicieron a mi hija» y que su víctima se burlaba de él cuando se cruzaban por el pueblo.

La mujer del fallecido negó estas burlas y aseguró que la situación era la contraria, que era el padre de la menor el que amenazaba a su marido. Denunció que el día antes de los hechos apareció su coche con las ruedas rajadas y que en otra ocasión había intentado atropellarlo.

Las amenazas del padre de la menor fueron ratificadas por los otros tres hombres que fueron condenados por favorecimiento de prostitución. Estos testificaron en el juicio para decir que le tenían miedo y que les había advertido de sus intenciones.

Según uno de estos tres el procesado dijo, antes de la sentencia de la Audiencia de Cáceres que ratificó que no irían a la cárcel, que «de no estar conforme con el fallo, se iba a repetir Puerto Hurraco».

La sesión del juicio en la que se dio a conocer el veredicto del jurado estuvo llena de tensión. El juez dio la palabra al acusado. Este dijo que el que tuviese hijos, comprendería lo que había hecho y añadió: «Yo me cambiaría por el fallecido porque él está mejor en el cementerio que yo aquí». Esa frase desató las protestas de la familia de la víctima. Fue condenado a 16 años de cárcel.

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