Un ataque de celos, posible detonante de los crímenes de Fuengirola

La hipótesis de que los celos actuaran como detonante está sobre la mesa de los investigadores desde que hablaron con la chica, que tan sólo tiene 19 años y que se encuentra ingresada en un hospital de la provincia con una decena de heridas de arma blanca. Está estable dentro de la gravedad.

En la calle, mientras esperaba una ambulancia, la joven manifestó a los vecinos que la socorrieron que el autor de las puñaladas era su novio, un hombre de 34 años y de nacionalidad española, aunque de origen magrebí, que acumula varios antecedentes tanto en Policía Nacional como en Guardia Civil.

Según las fuentes consultadas, la chica lo identificó como el (presunto) autor de dos crímenes: el de Daniel, que le tenía subarrendada una habitación en el piso de la calle Valle Inclán, y al que también acababa de apuñalar; y el de Cristóbal, el hombre asesinado a golpes con un palo de golf y cuyo cadáver fue hallado el sábado en una vivienda de Fuengirola.

El testimonio de la joven, que acababa de conectar los homicidios de una semana negra en la localidad, sorprendió a los vecinos, pero no a la policía, que ya tenía en la diana al ahora detenido. Los investigadores sólo estaban a espera de que las pruebas de laboratorio confirmaran sus sospechas para arrestarlo por la muerte de Cristóbal, que además era su amigo. En redes sociales circula un vídeo donde este último abraza al investigado e incluso le da un beso en la cara.

Sin embargo, nada hacia presagiar la deriva que tomó el caso, teniendo en cuenta que el sospechoso carecía en su historial de antecedentes de este calibre. La policía está intentando profundizar en las motivaciones y confirmar el móvil de los crímenes, ahora que la supuesta autoría está un poco más clara.