Las próximas generaciones recordarán estos años como aquellos en los que se sentaron las bases de un futuro energético renovable y sostenible. Álvaro Ybarra Zavala y su cámara están ahí para documentarlo

“Vivimos un momento clave, pero no lo estamos percibiendo. Es prácticamente invisible”. El fotógrafo Álvaro Ybarra Zavala sabe bien de lo que habla. Lleva años documentando revoluciones, conflictos, desastres naturales y otros procesos que han cambiado la vida a personas en más de 40 países.

En los últimos años ha fijado su objetivo en distintas partes de España para dar testimonio de una revolución que marcará el futuro de las próximas generaciones. Es la transición energética, un proceso global del que nuestro país es protagonista. Aquí y ahora se desmantelan infraestructuras mientras se erigen y modernizan otras, se avanza en la soberanía energética, se construyen nuevas oportunidades para la industria y se ponen los cimientos para un futuro sostenible. No somos muy conscientes, pero vivimos una auténtica revolución.

Cuatro años para inmortalizar un proceso histórico

Desde 2022 Álvaro Ybarra Zavala ha inmortalizado historias y momentos únicos que no se repetirán, desde el desmantelamiento de centrales térmicas a la evolución de las energías renovables. Es ahora cuando conviven generaciones que construyeron su modo de vida en torno al carbón con otras que encuentran en las plantas solares o eólicas una oportunidad para hacerlo. Es ahora cuando las redes se adaptan a un nuevo paradigma en el que los consumidores de energía eléctrica también podemos ser productores.

A lo largo de este recorrido, el fotógrafo va elaborando una narrativa visual en torno a distintos aspectos de la transición energética, como el proceso de descarbonización, el impacto social y económico de esa transición en regiones que han estado vinculadas históricamente al carbón o la propia revolución que viven tanto el sector como una electrificación de la demanda que avanza a gran ritmo pero a la que aún le queda un gran camino por recorrer.

“Toda revolución industrial va precedida de otra energética y esto es lo que está ocurriendo aquí”, explica Ybarra Zavala “Son procesos que surgen de cambios no visibles, pero que se van quedando con nosotros. Nos afectan a todos, porque estamos poniendo las bases del mañana y documentar esto se convirtió en una obsesión para mí”.

Es un trabajo necesario en un momento clave que pasa desapercibido en gran medida, pero cuya magnitud es innegable. En 2024, las energías renovables generaron el 56% del mix eléctrico español, según previsiones de Red Eléctrica. A esto ha contribuido el hecho de que el 64% del parque generador en el país es ya renovable.

Ese “hecho” que está transformando el país es la base de El legado que seremos. El proyecto documenta a través de las fotografías de Álvaro Ybarra Zavala sus implicaciones más importantes para presentarlas a la sociedad y que esta pueda reflexionar sobre ella con conocimiento de causa.

“Lo que busco con este proyecto es acercar un concepto complejo como la transición energética mediante un lenguaje que todos podamos entender”, explica el fotógrafo.

A partir de ese lenguaje y de esa comprensión, Ávaro Ybarra Zavala espera que la sociedad se plantee preguntas sobre la revolución que está viviendo. Para ello, espera llevar El legado que seremos a pie de calle. “Yo creo que la fotografía no tiene que dar respuestas. Más bien todo lo contrario: debe plantear preguntas. ¿Qué mejor lugar que la calle para conseguir esto?”, indica.

Historias irrepetibles

En este recorrido, el objetivo de Álvaro Ybarra Zavala ha captado historias irrepetibles. Una de ellas transcurre en el lugar de trabajo de cuatro generaciones de una misma familia, la central hidráulica de Camarasa, que hoy debe afrontar nuevos retos como los patrones de lluvia torrencial que trae el cambio climático.

Ybarra Zavala también ha inmortalizado el parque eólico de Gorona del Viento, que se erige sobre el suelo volcánico de la isla de El Hierro y que es pieza clave tanto en su descarbonización como en su autosuficiencia energética. O la repotenciación del de Aldeavieja (Ávila) donde los operarios esperan a que el viento amaine para desmontar sus 22 aerogeneradores y sustituirlos por solo cuatro, más modernos y eficientes.

La mirada desde las alturas de Diego Corbacho, un técnico que se subió con 20 años a lo alto de las torres de alta tensión de la Bahía de Cádiz y que hoy, casi cuarenta años después, supervisa cómo sus compañeros toman el relevo, también queda inmortalizada en El legado que seremos. 

El impacto de la transición energética también queda documentado en áreas como la de Andorra (Teruel), donde una central térmica ha dado paso a nuevas plantas solares. O en Paradela (Lugo), donde su alcalde trabajó durante años para que sus vecinos pudieran mejorar sus explotaciones ganaderas gracias al parque eólico. Hoy, 7.000 cabezas de ganado acceden a pastos de calidad gracias a las pistas abiertas para acceder a los molinos. 

Este material documental que forma parte de El legado que seremos se muestra ya en la plataforma web del proyecto, integrada en el site de Endesa. Pero será en 2026 cuando la iniciativa se mostrará en todo su esplendor.

80 años como testigo

A lo largo de este proyecto personal, Álvaro Ybarra Zavala, ha contado con la colaboración de Endesa. Eligió a la compañía como compañera de viaje precisamente porque es un actor indispensable en esta transición y porque protagoniza la electrificación del país desde hace 80 años.

“Cuando te planteas un proyecto de esta envergadura, necesitas buscar financiación. Entonces me di cuenta de que, de todas las compañías energéticas a las que podía acudir para buscar su apoyo, era Endesa la que podía darme todos los permisos necesarios para poder hacer mi trabajo y ser testigo de este proceso”, explica Ybarra Zavala.

“Endesa es una empresa que desde hace muchos años demostró estar muy adelantada a su tiempo, que es muy consciente del cambio que estamos viviendo y que está muy interesada en que la sociedad lo sea también para que pueda exigir que esa transición se haga correctamente. Nos hemos convertido en compañeros de viaje y tengo total libertad para hacer mi trabajo, con todas las puertas abiertas”, añade el fotógrafo.

Gracias a esta colaboración, el fotógrafo ha podido documentar momentos emotivos y únicos, como el desmantelamiento de centrales térmicas que han alumbrado a generaciones enteras y la voladura de sus componentes. 

“Me da pena que la sociedad no haya conocido antes toda la etapa de las grandes centrales térmicas, que son como catedrales, y toda la historia que han construido en este país”, reconoce. “Con este proyecto yo he visto el final y estoy siendo testigo del presente, de ese cierre y de esa transición que pasa el relevo a las siguientes generaciones”.

De esa transición forman parte las nuevas oportunidades económicas que están surgiendo al abrigo de las plantas renovables, desde las laborales que generan a las agrícolas o las industriales, con empresas que ya apuestan por instalaciones solares que les ayudan a reducir su huella de carbono y mejorar su negocio.

Un legado que ya se puede visitar en la web del proyecto, que recoge algunas de las historias inmortalizadas únicas, irrepetibles y, por fin, visibles gracias a la mirada de Álvaro Ybarra Zavala

Álvaro Ybarra Zavala: uno en una generación

Ybrarra ha trabajado en más de 40 países en proyectos para publicaciones como TIME, New York Times, Le Monde, Libération, Newsweek, Sunday Times Magazine, CNN, Vanity Fair o XLSEMANAL, entre otros. Ha publicado cinco libros y ha ganado numerosos premios de gran prestigio, como el Overseas Press Club, el Judges Special Recognition Award de la Alexia Foundation, el World Press Photo JSMC, el Getty Grant for Editorial Photography y varios premios POY.