La carnicería Maite&Ana, en solo dos años, goza del cariño de los vecinos del barrio a los que ofrece su carne de calidad y sus productos elaborados

Carnicería Maite&Ana (Gonzalo de Berceo, 15) apenas lleva dos años con las puertas abiertas. Las dos hermanas la inauguraron en marzo de 2022, «una época nada fácil en la que salíamos de la pandemia y comenzó la Guerra de Ucrania», recuerda Maite, una de las propietarias.

Pero fue el momento en el que ambas decidieron dar un giro a su vida. Ambas habían trabajado en el comercio, pero siempre por cuenta ajena, y vieron la oportunidad de coger una carnicería en traspaso. Lo hablaron y pensaron mucho, hicieron sus números y decidieron intentarlo, «pese a que mucha gente nos decía que estábamos locas», reconoce.

Ahora se sienten felices «de haber cogido ese tren que pasó por delante» y en esa satisfacción no solo se incluye el aceptable funcionamiento del ‘joven’ negocio sino que también «este es un barrio muy barrio, y por ello, la gente te acoge como si estuvieras en casa. Se trata de un público sencillo y vamos congeniando muy bien con todos», afirma Maite.

Ellas también han puesto de su parte porque en su local tratan de ofrecer «una atención personalizada, tener un trato cercano con ellos, al final, acabas sabiendo de su vida y de sus gustos, y eso se valora. La gente se abre y te lo pone fácil», y esa es una de las armas del pequeño comercio para luchar contra los supermercados y las grandes superficies, «a la gente le gusta entrar y que sepas qué le gusta». Además, muchas veces la calidad es mayor en una carnicería de barrio que en una gran superficie «porque yo soy la propietaria, sé lo que compro y soy quien lo vende», explica Maite, «mientras que en un supermercado el que vende no es el que compra el producto, y aunque en un supermercado también hay grandes profesionales, a veces el que está en la carnicería es uno de charcutería que está cubriendo a otro compañero…». No obstante, Maite insiste que también en los supermercados o grandes superficies «hay buenos profesionales, pero creo que el cliente no lo percibe así. Considera más profesional al del barrio».

En la zona donde Maite y Ana ubican su carnicería hay otras dos, por eso, además de en la carne, las dos hermanas han centrado su negocio en los elaborados, para tratar de ocupar un hueco que vieron libre. «Y de momento, nos funciona, y eso que enfrente tenemos un supermercado que vende carne y elaborados…».

Un buen emplazamiento

Maite y Ana llegaron a Gonzalo de Berceo casi por casualidad porque, realmente, ellas no buscaban nada que cambiara sus vidas, pero le llegó la noticia de que la carnicería estaba en traspaso y la ofrecían por un precio asumible «y después de hacer números y hablarlo, nos decidimos, principalmente porque era un local que ya tenía de todo y no había que empezar a hacer obra. No era necesaria una inversión previa para adaptarlo, y eso era una ventaja. Además, Ana había vivido y trabajado por aquí y yo también había vivido, por lo que conocíamos bien la zona», explica Maite.

Ahora, después de abrir su propio negocio, esta carnicera se reafirma en la idea de que «esta es una zona muy interesante, principalmente porque tiene aparcamiento. Además, en pocos metros hay frutería, carnicería… y se puede hacer toda una compra en pequeños comercios de barrio. Igual acudiendo al supermercado ganas tiempo, pero que no se equivoque la gente, no siempre el precio es mejor».

En el buen momento que vive esa zona «de mucho tránsito» tiene un papel importante la Asociación de Comerciantes de la Zona Oeste (Zoco) porque según explica Maite: «Te ayuda desde el principio. Nosotras somos nuevas, llevamos poco tiempo, pero siempre han contado con nosotras, siempre está haciendo cosas e intentando mejorar y eso es de agradecer», comenta, «todo suma y que se puedan aportar ideas está bien, porque lo que no se le ocurre a uno, se le ocurre a otro», apunta.