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Laura Ashley

Asesoramiento personalizado para vestir por completo el hogar con diseños reconocibles

Los hermanos Gómez García son los distribuidores para España y Portugal de esta marca galesa de decoración

LA RIOJA

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Desde hace un cuarto de siglo, Laura Ashley ha formado parte del Paseo de las Cien Tiendas. En el año 2000 los hermanos Eduardo y Alberto Gómez García llegaron a un acuerdo con la firma británica para convertirse en los distribuidores para España y Portugal de los artículos de esta empresa que vio la luz en Gales en 1953 y que se dedica, principalmente, a la decoración de interiores. La zona era uno de los puntos de encuentro no solo para logroñeses y riojanos, ya que desde las provincias limítrofes también acudían a realizar las compras a los comercios de esta parte de la ciudad que vivía sus momentos más dulces. Sin embargo, la aparición de los centros comerciales, así como el cambio en los hábitos de compra, con la fuerte pujanza de plataformas en internet, han venido causando cierres dolorosos que han dejado a las cuatro calles principales que constituyen el Paseo de las Cien Tiendas casi huérfanas.

En Calvo Sotelo 10, en el tramo más cercano a Vara de Rey, Laura Ashley ha sabido diferenciarse de otras firmas parecidas y lo ha hecho reuniendo en un mismo negocio la gran gama de todo lo que implica la decoración del hogar. «Lo que nos diferencia del resto de competidores es el servicio tan completo que damos. Es decir, es muy difícil encontrar una tienda de decoración que te pueda confeccionar cortinas, colocarlas o tapizar sillas, pero también instalar la iluminación, poner los cojines, la ropa de cama y todo el mobiliario del hogar», remarca Eduardo Gómez García.

LAURA ASHLEY JUAN MARIN 15.01.2025

Cuentan, asimismo, con sus propios diseñadores, decoradora y montadores, todos ellos con una dilatada experiencia, lo que supone un plus para esta franquicia, que destaca por su atención personalizada. «Poder tener, igualmente, un almacén de 1.500 metros cuadrados en el Polígono El Sequero nos permite almacenar el stock suficiente para distribuir a toda España y Portugal, además de atender la venta online», señala. «Nos posibilita estar en una situación de ventaja; cuando un artículo falta, nosotros intentamos rastrearlo a través de franquicias no solo de España, sino de otros países».

La firma Laura Ashley es fácilmente reconocible por su estilo mezcla de contemporáneo y clásico. «Hemos incorporado, además, una marca en nuestra tienda online –Bagley’s Lane–, más moderna, y que nos permite llegar a todo tipo de público».

Apoyarse tanto en la venta física como online les abre más el abanico de clientes, aunque incide en que «el contacto con la gente y, sobre todo, en estas ciudades pequeñas es muy importante». Por este motivo, tratan de incentivar las ventas dentro de la tienda. «Aplicamos un 10% de descuento en todos los artículos que no lo incluyan en la página web». Eduardo Gómez admite que sí hay compras por internet, sobre todo para fuera de La Rioja, «pero es un producto que la gente, al final, quiere ver, tocar. También el público al que nos dirigimos busca estar en contacto con el decorador, con la persona que les atiende. Quieren alguien que les asesore y aconseje».

Cree, por ello, que serían necesarias acciones que vayan más allá de actuaciones en la calle. «Por ejemplo, sería mejor incentivar a los emprendedores que quieran abrir aquí su negocio con ayudas al alquiler del local; que sea la administración la que abone una parte durante el primer año». No obvia que para otros comercios las obras del Paseo de las Cien Tiendas hayan supuesto un duro revés. «Para futuras intervenciones sería recomendable que se centrasen en pequeñas zonas en vez de llevarlas a cabo de manera simultánea». Opina que ir realizando las obras de manera gradual, con todos los gremios trabajando en ese espacio definido, las agilizaría. No obstante, reitera que «el comercio no está así porque la calzada esté mejor o peor o porque los bancos sean más bonitos. El problema es que entre todos lo estamos machacando. Preferimos comprar en internet». Y recuerda que ahora la gente viene a Logroño por la hostelería y los bares, «cuando antes era el revés; venían por las tiendas que teníamos y luego se quedaban».