Especialistas en artículos de deporte y con una plantilla que tiene amplia formación técnica

Ferrer Sport ha sabido adaptarse a los tiempos para ser referente; «el dinero que nos dejan en nuestras tiendas lo reinvertimos en nuestros deportistas» | La empresa puede presumir de sus diversos patrocinios en La Rioja

La adaptación al cambio en los hábitos de compra y a las nuevas tecnologías ha estado siempre presente en Ferrer Sport, empresa que pertenece al grupo riojano Sapje. En 1995 surgió la cadena de tiendas y abría con el rótulo de Ferrer Bicicletas en Gonzalo de Berceo un establecimiento que se dedicaba en sus inicios exclusivamente a la reparación y venta de bicicletas y accesorios para el ciclismo. Tres años después ese primer local se ampliaba con Deportes Ferrer, que acogía ya artículos relacionados con el deporte en general.

El negocio familiar fue creciendo con la apertura de nuevos emplazamientos por distintos puntos de la geografía riojana. Ante la fuerte pujanza de la venta online y de las grandes cadenas de distribución, se hizo necesario un nuevo giro en su modelo de negocio, potenciando su alianza con la multinacional líder Intersport. Ha conservado dos tiendas en Logroño –en Gonzalo de Berceo, 2, y la que inauguraron hace más de seis años en Siete Infantes de Lara, 17, junto a los cines Golem– además de otra en Ezcaray y una cuarta en la propia estación de esquí de Valdezcaray dedicada exclusivamente al alquiler y venta de esquís y botas.

«Pero no podemos olvidar la gran red comercial que tenemos, que es uno de nuestros puntos fuertes. Vendemos mucho para colectivos, instituciones, empresas…», resalta Pedro Ferrer, su director general. «Nosotros somos el mayor activo de patrocinios en nuestra comunidad, tanto en equipos como en diferentes eventos», apunta. Y en este punto incide Ferrer, ya que «el dinero que nos dejan en nuestras tiendas lo reinvertimos en nuestros deportistas».

Destaca la importancia del comercio tradicional, pero en el caso de Ferrer Sport se ha apostado por complementarlo con la venta online y la gran distribución del deporte, con una fuerte inversión en tecnología y también en marcas de primer nivel, como Nike, Adidas, Puma o Reebok, al igual que en marcas especialistas en cada deporte. «Nosotros seremos, por ejemplo, de las pocas tiendas de las ciudades del norte de España que tengamos sección de esquí en estos momentos tan convulsos, donde apenas hay nieve. Es un material muy caro de mantener», subraya.

A lo largo de los casi treinta años que lleva Ferrer Sport, ha mantenido su filosofía de ofrecer un trato muy personal al cliente. «Somos una empresa con un trato mucho más cercano que el que se da en una multinacional». En esta línea, la alianza estratégica con Intersport –Pedro Ferrer es presidente de la firma en España–, con presencia en 56 países, le permite poder atender con celeridad las peticiones de los clientes.

Además, cuenta con una plantilla con amplia experiencia y con formación técnica de producto. Acuden a formaciones específicas de los productos que venden para un mejor asesoramiento.

Desde sus inicios ha evolucionado bastante el deporte. «La gente vuelve a practicarlo cada vez más. Antes la gente se cuidaba menos y ahora la práctica de deporte está en un auge brutal y más que va a crecer». Se evidencia, igualmente, un aumento en «el universo mujer, donde las grandas marcas están viendo que existe un margen de negocio mayor y están invirtiendo mucho más en llegar a ellas».

Pedro Ferrer pide que los riojanos se vuelquen con el comercio tradicional y local. «Damos luz a nuestra ciudad con nuestros locales iluminados y así la calle va a dar una sensación de calidez». Reconoce que el comercio local atraviesa por una situación crítica que se extiende por toda la geografía española, que está provocando que cada vez sea más difícil que sus puertas se mantengan abiertas. «Antes sí que existía mucha competencia, pero éramos todos pequeños comercios. Si le iba bien a tu competencia a ti también y si te iba mal es porque algo no estabas haciendo bien. Pero lo importante es que el dinero se quedaba en nuestra ciudad; ahora las grandes multinacionales y plataformas se llevan el dinero a otros lugares».