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Desventajas de la globalización

La globalización es uno de esos conceptos que no es fácil de definir de manera concreta pero que todo el mundo detecta en mayor o menor grado. Para hacer referencia de manera general al mismo se puede señalar que es un proceso de convergencia mundial que engloba a factores tecnológicos, económicos, medioambientales y políticos, entre otros.

Desde Economipedia hemos tratado en alguna ocasión el fenómeno como el aumento continuo de la interconexión entre las diferentes regiones del mundo en todos los planos mencionados.

El proceso hace referencia a cómo se producen las relaciones internacionales entre los diferentes países del mundo o conjuntos regionales, pues la Unión Africana, la Conmolweath, la Unión Europea o la OTAN también forman parte de este entramado de interrelaciones.

El concepto nació durante la década de los 80 y desde entonces no ha dejado de tener relevancia. Muchos analistas, o más bien, representantes de élites económicas, solo hacen referencia al mismo destacando sus ventajas, que son muy visibles, pero dejan de lado aspectos que también son criticables, las desventajas son igualmente reseñables.

Sin ir más lejos, la crisis que vive el comercio internacional, con la deslocalización de muchas fábricas hacia lugares de producción más económicos, está produciendo importantes retrasos en la entrega de productos, una consecuencia directamente ligada a los procesos globalizadores.

¿Cuáles son los aspectos negativos de la globalización?

Señalar los aspectos positivos de la globalización es algo obvio, todos conocemos muchos. Uno muy destacable es que, por ejemplo, hoy en día es mucho más accesible viajar a otros países vía aérea. Las compañías de bajo coste ofrecen vuelos a precios que en algunos casos son irrisorios, con la posibilidad de hacer una escapada a una gran ciudad europea por menos de 100 euros.

La contrapartida de esa situación es la que está ocurriendo en la actualidad con la aerolínea Lufthansa, que asegura que durante este invierno tendrá que ejecutar 18.000 vuelos vacíos o con muy poca ocupación para no perder sus slots, derechos de vuelo.

Más allá de este proceso aparecen otros, que además están estrechamente vinculados. Lo que parecía en los inicios que iba a suponer la globalización, un intercambio cultural, en realidad acaba convirtiéndose en situaciones de predominio cultural, con una amplia colonización del sistema de vida occidental frente a otras culturas.

Otra consecuencia que está muy en boga la pérdida de empleo. El sector primario y secundario en los países ricos, especialmente las actividades vinculadas a la industria, dejan de tener peso específico, pues las fábricas se desplazan a otros territorios donde es más económica instalarlas.

En España, por ejemplo, la industria ha perdido mucho peso que han ido ganando otros sectores de menor valor añadido como el turismo. A su vez, la agricultura o la ganadería también se ven afectadas, porque es imposible competir con los precios que se ofrecen desde otros países.

Esto genera una situación de dependencia muy alta para países ricos y al mismo tiempo actúa como un sistema de neocolonización, pues los territorios en los que se instalan esos centros de producción no tienen libertad de acción, sino que dependen en exceso del mercado.

La globalización como sistema que produce un aumento excesivo en el consumo

Un último punto negativo a destacar de la globalización, de los muchos que existen, es el del aumento excesivo del consumo. El hecho de que el acceso a los bienes de consumo sea cada vez más accesible provoca importantes cuellos de botella en el comercio internacional.

Hace pocas semanas fue noticia que en el desierto de Atacama, en Chile, existe un vertedero con miles de toneladas de ropa, con prendas que directamente se han desechado porque es más económica tirarlas que ponerlas directamente en el mercado.

La globalización está íntimamente ligada al capitalismo, y sin entrar en los aspectos beneficiosos de esta sistema económico, sí parece indudable que no se puede seguir por la senda del consumo infinito y el crecimiento sin fin en un planeta con recursos que sí se agotan.

El propio encarecimiento de las fuentes de energía o la dificultad creciente para acceder a materias primas que son esenciales para la llamada transición energética es una crisis que ya está en ciernes, y que va a generar grandes desequilibrios y conflictos geoestratégicos en los próximos años.