Caro Cánovas ha cambiado mucho, para seguir siendo lo mismo

Óptica. La empresa riojana ha ido incorporando la mejor tecnología sin perder su identidad

Caro Cánovas nació hace medio siglo en un Logroño que apenas contaba con otras 4 ópticas. Ahora, ha evolucionado y dispone de la tecnología más avanzada del mercado

Caro Cánovas se ha ido adaptando a los nuevos tiempos, incorporando la tecnología más avanzada y añadiendo servicios de audiología, pero todo ello, sin renunciar a su identidad. Ésa que le señala como una marca reconocida en toda la comunidad, y que le ha permitido desarrollarse cinco décadas incidiendo en la vocación de servicio con la que nació en 1974; y ofrecer las mejores marcas y la máxima tecnología, que le han merecido la máxima distinción de Varilux en la adaptación de los progresivos más técnicos y novedosos. 

Ángel Caro Cánovas abrió su establecimiento en Logroño cuando apenas había cuatro ópticas más en la ciudad. Lo hizo por vocación y sin ningún precedente familiar. Se formó en una primera promoción de la Escuela de Óptica, dependiente del Instituto Nacional de Investigaciones Científicas. 

Pero eran tiempos en los que comenzó una rápida evolución en la materia a la que Ángel, y luego también su familia, supieron adaptarse y adaptar su negocio.

Inicialmente,  según explica Ángel Caro Cánovas, «los sistemas de graduación eran muy básicos», recuerda. «Se iban poniendo diferentes cristales en una montura hasta que el paciente dijera que veía bien».

Ahora es diferente, porque los problema visuales se han multiplicado y «el uso de las pantallas ha extendido la miopía en edades muy tempranas. Antes, predominaba la visión a larga distancia y ahora dedicamos mucho más tiempo a la corta distancia», apunta el veterano óptico.

Apoyo tecnológico

Los sistemas de diagnóstico han avanzado y ahora el óptico se apoya en la tecnología para una identificación exacta del problema. Si otros sistemas miden  de 0,25 a 0,25 dioptrías, el equipo del que dispone la óptica logroñesa permite hacerlo en intervalos de 0,01 dps. y analizar no sólo el defecto sino también evaluar la forma de mirar. «En España hay cerca de 10.000 ópticas, sólo 200 tienen la capacidad de medir y fabricar las lentes con la tecnología Vision-R, y sólo en cuatro casos, disponemos de dos gabinetes completos en el mismo establecimiento, y uno somos nosotros», señala Ángel Caro, quien se incorporó con su padre (ahora ya jubilado)_a la óptica hace ya casi tres lustros. Además, ya no se trata sólo de graduar, sino de ver cómo se va utilizar la vista para darle la mejor solución al paciente», porque a lo largo de sus 50 años de existencia, lo que tienen claro en Caro Cánovas no se trata sólo de vender gafas «sino de aconsejar al cliente lo que es mejor para él y para su salud visual; y como somos independientes, no tenemos que vender un tipo de lentes ni un tipo de montura… vemos lo que es mejor en cada caso, y lo ofrecemos». Su padre, con la experiencia que le dan los años al frente del negocio, lo corrobora: «Ser pequeño es una ventaja a la hora de ofrecer calidad».

En los últimos 20 años, a la atención de los problemas de visión se han unido también los de audición, merced a su personal titulado. La informática, primero, y la era digital ahora, han revolucionado estos sistemas hasta el punto de existir audífonos que ofrecen traducción simultánea o punteros que permiten a los invidentes oír la información escrita en carteles, periódicos, prospectos médicos… Esa tecnología también la pone Ópticas Caro Cánovas al servicio de sus clientes de La Rioja, esos que ya durante medio siglo han ido acudiendo a los diferentes emplazamientos en los que se ubicó el establecimiento.