Con el objetivo de rendir homenaje a Maese Diego de Villar, un vecino que en el siglo XIII sobresalió como médico de cámara, el pueblo gallote celebró la segunda edición de su feria medieval. Y lo hizo con novedades respecto a 2023. En esta ocasión, el evento duró varios días y contó con espectáculos a la altura.
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Para expandir la feria, esta se dividió en tres escenarios. Un mercado de oficios antiguos en el frontón descubierto, un campamento medieval con cetrería y juegos, y otra área para celebrar campeonatos de época. En esta última, ayer por la tarde, se concentraron decenas de personas para ver el certamen de justas a caballo.
Además de los voluntarios del pueblo, en la feria participaron varias asociaciones de recreaciones medievales. «Lo hemos pasado bien, al haber varios sitios la gente iba moviéndose y se han organizado muchas cosas, como tiro con arco, degustaciones o juegos tradicionales», explican desde la logroñesa Encomienda de Santiago. Hubo forjadores, médicos judíos, guarnicioneros, canteros o molineras.
Por último, con el fin de atraer a más público, el festival Escenario Vivo programó dos actos durante el fin de semana en Villar de Torre. El primero de ellos, el sábado, un concierto, cómo no, de música medieval. Y el domingo, una especie de cuento musical. Ambas propuestas, en la iglesia de la Asunción y a cargo del grupo Sephardica. Poco a poco, la de Villar va abriéndose hueco en las ferias medievales riojanas.
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