Quién es quién en Villamediana

En la avenida de Cameros de Villamediana de Iregua, a la altura de la plaza Cándido Sarramián, hay una exposición fotográfica por los aires. El fotógrafo Félix Guerra, vecino de la localidad, expone hasta el 23 de junio una colección de retratos en blanco y negro que, gracias a su singular disposición, crea un juego de luces y sombras. Y es que los retratos, impresos en telas traslúcidas, están colgados de una casa a otra, como si fueran ropa tendida, banderolas de fiestas o guirnaldas de Navidad, por lo que se mueven y cambian a merced del viento y la luz.

'La pared blanca' tiene una original y acertada puesta en escena porque prácticamente todo Villamediana va a ver la exposición, ya que ese punto del municipio es un lugar de paso. «Son una serie de retratos de habitantes de Villamediana que comenzó de una manera tibia hace ya dos años con la única intención de realizar retratos, pero poco a poco ha ido cogiendo forma y profundidad bajo la particularidad de una población que hace quince años tenía 2.800 habitantes y que ahora tiene más de 9.000», explica Félix Guerra. Y ahí ya nos da una pista de lo que nos podemos encontrar en la exposición.

Villamediana ha pasado de ser un pueblo a convertirse casi en una ciudad, de tener prácticamente solo habitantes naturales de la localidad a convertirse en un barrio dormitorio de Logroño y, con ello, acoger a todo de tipo de culturas y nacionalidades. «Somos muchos más los que no conocemos la historia y particularidades de Villamediana que los naturales del lugar y que conocen a las familias, que saben de quiénes son los terrenos y saben todo de la población», reconoce Félix Guerra, como uno de esos nuevos residentes.

«La selección de los personajes es variada y se mezclan los naturales de Villamediana con los venidos de fuera, incluso alguno que apenas lleva unos meses en la localidad», explica Félix Guerra, reconociendo que a muchos los ha escogido por intuición. «A veces sientes que una persona va a dar juego en una sesión fotográfica, en la conversación, la metodología...», apunta el fotógrafo. A algunos modelos los conocía, pero a otros no, los vio por la calle, los paró, se presentó, les habló de su proyecto, les enseñó algunas fotos y, asegura, el 99% ha dicho que sí.

En total, Guerra ya ha hecho 45 retratos de vecinos de Villamediana, aunque en 'La pared blanca' solo muestra dieciséis. Y son de todo tipo de perfiles, mujeres y hombres, jóvenes y adultos, de diferentes complexiones y con diferentes estéticas para componer un mosaico de la población del municipio. La pretensión es llegar a realizar un centenar de retratos para poder hacer una selección mayor, a fin de hacer una exposición definitiva y un fotolibro. De momento, la muestra se realiza con el apoyo del Ayuntamiento de Villamediana en el mes dedicado a la fotografía. De esta forma, con esta reunión, de alguna manera los retratos cobran vida, cree el autor.

«La vida se la aporta el viento, el sol y la sombra. La luz da más relevancia a unas sobre otras dependiendo de la hora del día. Y la brisa también es importante porque a veces las telas se enroscan en las cuerdas y algunos personajes desaparecen durante un día», detalla Félix Guerra. Cuando esto sucede son los vecinos de las casas de donde cuelga la exposición los que retornan los retratos a su estado original, con cierta pericia manejando una caña, eso sí, por lo que toda la instalación se convierte en interactiva. «La sorpresa que no me esperaba es cuando el viento las pone a todas en paralelo al suelo, con toda la cúpula del cielo de fondo, como ocurre con las frescos de la cúpula de una iglesia», confiesa el fotógrafo.

Aunque tal vez lo más singular de todo sea que el escenario donde se han hecho todas las fotos es el cementerio. «Se respira mucha calma, la luz es muy bonita y tiene las paredes blancas, que es el fondo necesario para este tipo de retratos, tenía que ser muy neutro», afirma Guerra.

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