Los vecinos recuperan el gusto por comprar

Ábalos cuenta desde esta semana con una tienda de proximidad. Desde su apertura el lunes ya se han pasado por allí decenas de vecinos que, además de comprar, hacen sus peticiones. Porque el servicio que ofrece el nuevo comercio, va más allá de la tradicional venta. El hecho de encontrarse en una localidad pequeña (260 habitantes) le otorga la condición de servicio 'especial', en el que se venderá también a demanda.

'Alimentación Ruiz de Ábalos' abrirá todos los días de la semana. Los días laborables hasta las 15.00 horas y los fines de semana de 9.00 a 12.00.

«Hace cuatro años se cerró la tienda que había –explicaba su alcalde, Vicente Urquía–. Era un tema que planteamos a los vecinos porque hay mucha gente mayor que necesita a veces productos básicos y así no tiene que desplazarse a otras poblaciones».

Por este motivo, el Ayuntamiento de Ábalos utilizó un local de la Casa de la Cultura que se ha acondicionado. La titularidad sigue siendo municipal, pero su gestión salió a concurso. «Las condiciones son básicas. Nos hacemos cargo de los gastos de agua y luz, y el alquiler es de 10 euros al mes», detallaba Urquía, quien destacó que «en ningún momento se busca un beneficio económico, sino que exista un servicio tan importante como este en el pueblo».

Tres personas se presentaron a la fase de concurso y Alazne Escribano Ruiz ha sido la adjudicataria; ella ha comprado el mobiliario interior (caja registradora, frigorífico, estanterías, etc.).

La inauguración se celebró este domingo, y contó con la presencia de vecinos, el alcalde Vicente Urquía, el consejero de Hacienda Celso González y la directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico Nuria Bazo.

«Al final, que la tienda funcione o no funcione dependerá de los propios vecinos –destacó Urquía–. Si hay un servicio y no lo utilizan porque van a comprar a otro sitio, desaparecerá. Su éxito depende del pueblo». El pueblo ya cuenta con farmacia, y se encuentra a la búsqueda de alguien que gestione el hogar del jubilado. «Pero esto me preocupa menos porque hay otros tres bares en el pueblo», señaló.

Alazne, natural de Samaniego pero residente en Ábalos, reconocía que estaba muy ilusionada. «La gente va respondiendo muy bien. El hecho de tener pan, que se acaba enseguida, y bollería, atrae a la gente», explicaba.

El primer día más de una veintena de personas se acercó a comprar algo. «Y también señoras, a cotillear, a ver qué tal. Y mucha gente que no pudo venir a la inauguración», comentaba con una sonrisa. Lo que más se vendió fue pan y chorizo. «Porque está lloviendo y la gente piensa en almorzar, porque no se puede ir al campo».

Reconocía que el día de la inauguración acudió más gente de lo que esperaba. «Y todos me daban ánimos, me decían que los principios son muy duros, pero en verano la población de Ábalos crece y tendré más clientes», comentaba.

Madre de dos pequeños de cinco y dos años y formada como auxiliar de Enfermería y auxiliar de Administrativo, buscaba la conciliación. «Trabajar por las mañanas y poder hacerme cargo de ellos por las tardes», explicaba. Algo que ha encontrado prestando, además, un importante servicio en esta localidad riojalteña.

• Temas
• Ábalos
• Comercio