Manjarrés es uno de los pueblos más pequeños de toda la comarca de Nájera. Enclavado a medio camino entre el valle y la sierra, sus poco más de cien vecinos disfrutan del placer y la compañía que otorga tener un trato cercano entre todos ellos. ... Aquí, más que para pedirte que le recojas un paquete o que no hagas ruido, el que llama a tu puerta, normalmente, lo hace para ofrecerte algo. En esta época del año, por ejemplo, cerezas de la huerta.
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Siguiendo esa armonía, ha llegado hace pocos días a la localidad un soplo de aire fresco que promete traer marcha y novedad, especialmente en verano. Se trata de Nora Alicia, una mujer colombiana, afincada en Tricio, que ha alquilado el bar de Manjarrés y tiene intención de llevar su ritmo de Cali al pequeño pueblo.
«La hostelería es mi pasión, antes tenía un establecimiento en Logroño, pero en esta época de mi vida prefiero la tranquilidad de aquí», relata ella. Fue su hija quien se enteró de que el bar de Manjarrés estaba en oferta de alquiler y no se lo pensó dos veces. «El único que me pone pegas es mi marido, que dice que va a tener que hacer todos los recados por mí», comenta Nora con una sonrisa en la cara.
De momento, el contrato acordado con el Ayuntamiento es de un año y, según como vaya, podría seguir hasta tres más. En estos primeros días de apertura, los fontaneros y repartidores que transitan por el local, dejando todo a punto, se mezclan con los clientes de Manjarrés. «Hasta ahora son sobre todo cafés, pero según pasen los días y todo esté en orden, tengo intención de dar comidas y cenas mezclando lo mejor de la cocina española y colombiana», afirma con ilusión.
Su llegada a Manjarrés promete ser un soplo de aire fresco para el establecimiento en particular, y el pueblo en general. La principal ventaja es que, al estar el local recogido, en una pequeña plazoleta, el ambiente resulta muy cercano. «Ya me puedo imaginar las que vamos a montar aquí este verano, al ritmo de la cumbia», bromea con ella un joven vecino de la localidad.
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Durante los próximos tiempos, los habitantes de Manjarrés podrán gozar de todas las delicias colombianas. «Sancocho, tamales, cholado... esas son mis especialidades», explica Nora. Mientras habla, imagina donde va a instalar la nueva decoración para darle un aspecto más caribeño al lugar. «Estoy muy ilusionada con esta nueva etapa», finaliza ella.
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