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El público no se quiso perder la XXXV edición del Arrastre de Caracoles de Tricio. A. P.
Tricio

Treinta y cinco años de tradición y disfrute para los más pequeños

Caracolín, de Aitana Marco, se convirtió en el ganador del Arrastre de Caracoles con su avance de 95 milímetros

Sábado, 26 de agosto 2023

No cabe duda de que cuando alguien menciona las fiestas de la localidad de Tricio, lo primero que a muchos se les viene a la cabeza es esa particular carrera de caracoles que convierte a los más pequeños en protagonistas indiscutibles de las celebraciones patronales. ... Aunque, en realidad, no se trata de una carrera al uso, sino que es el Arrastre de Caracoles, que además este sábado cumplía su treinta y cinco aniversario.

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La hora establecida para empezar a inscribirse en esta peculiar competición eran las 11.30, pero desde antes, muchos pequeños ya hacían fila junto a sus padres para ser de los primeros en participar. Otros llegaban algo más tardíos y, por el camino que lleva hasta el frontón, ya se les escuchaba ensayar los ánimos que más tarde darían a sus particulares corredores, los caracoles, que tenían la misión de arrastrar consigo una cajita de pimientos (de unos 270 gramos cada una).

Todos los niños y niñas fueron pasando por la mesa de inscripciones, donde además de sus nombres tenían que dar también el de sus campeones, que este año superaron con creces el medio centenar. La mayor parte de los participantes llevaban de casa su propio caracol, pues como destaca Manuel Martínez, alcalde de Tricio, «muchos los traen entrenados para el arrastre», pero la organización estaba preparada para todo, y contaba con varios caracoles para aquellos niños que no tuvieran.

La posterior degustación de caracoles repartió en torno a mil raciones de este tradicional plato

Unos más pequeños, otros más grandes... Cualquier caracol era apto para participar en el arrastre, donde cada uno contaba con cinco minutos de tiempo para desplazar la caja, cuanto más lejos de la línea de salida, mejor. Y así lo fueron haciendo todos, en tandas de catorce participantes, donde los gritos de ánimo de los más pequeños servían de impulso para sus caracoles. Después de varias rondas, Caracolín, de Aitana Marco (7 años) se hizo con la victoria al arrastrar la caja 95 milímetros.

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Y, a la vez que transcurría esta carrera, empezaba a llegar el olor de la degustación de caracoles que tendría lugar justo después de la misma, y en la que se repartieron alrededor de mil raciones entre vecinos y visitantes. Manuel Martínez confiesa que, a pesar de que «cada día de fiestas se vive con mucha intensidad, desde las comidas con la juventud y los jubilados, que son muy entrañables, hasta la noche temática», su jornada favorita es el Día del Caracol, «con nuestro particular arrastre y la degustación de caracoles». Y no es para menos, pues sin duda es una jornada muy especial donde los niños se convierten en los protagonistas, y donde lo verdaderamente importante no es ganar la carrera, sino ver lo mucho que disfrutan y la ilusión con la que los pequeños esperan junto a sus caracoles y les animan en esta singular competición.

Este domingo, se pondrá el broche final a estos días de fiestas en Tricio con la Jira a Rivas Caídas, donde, como manda la tradición, se celebrará una comida popular. Por la noche tendrá lugar el concurso de disfraces en el frontón (23.00 horas), tras el cual habrá sesión de disco-móvil. A las 01.30 horas se producirá la quema del caracol y, un poco después, la chocolatada ofrecida por Panadería Ana será la encargada de poner la guinda dulce a estos días de fiesta que, en palabras de su alcalde, los vecinos de Tricio han vivido «con gran ilusión y alegría».

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