La torre de la iglesia de Grañón recupera su 'voz' por completo

En el caso de la esquila mayor, su complicado arreglo le ha devuelto la 'voz' perdida. «La gente llevaba mucho tiempo sin escucharla y ahora será la que llame a la misa diaria», explica Juan Ibáñez, doctor en Historia Moderna y grañonero de corazón, un entusiasta de todos los temas, principalmente históricos, que conciernen al municipio riojalteño. «Antiguamente, la gente la conocía porque tenía un toque, un tanto particular, de anunciar, a las tres de la tarde, cuando la gente estaba en sus labores en el campo, que era la hora de la comida y del descanso», añadió.

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Muchos de los peregrinos que en estas fechas atraviesan la localidad aprovecharon para hacerse fotos con las relucientes campanas, antes de que fueran izadas a la torre.

En mayo del año pasado la localidad recibió las tres primeras campanas restauradas: una esquila menor de bronce, del año 1520 y 182 kilos de peso, y las denominadas 'San Miguel Arcángel' (año 1838), de 225 kilos, y la 'San Juan Evangelista', de unos 680 kilos de peso (año 1895). También se aprovechó para restaurar la campana de la ermita de Nuestra Señora de Carrasquedo, que volvió a voltear el 1 de mayo para recibir la procesión y despedir la salida de la Virgen, desde la ermita hasta la iglesia parroquial.