El atractivo turístico de San Millán de la Cogolla, con sus monasterios de Yuso y Suso, está fuera duda. Lo que sí se había cuestionado, ... una vez superado el confinamiento, era si los visitantes iban a volver en el mismo número que en veranos pasados.
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Los implicados directamente en el entramado turístico de la localidad están de acuerdo en que el mes de julio fue más flojo que de costumbre, pero también reconocen que agosto ha mejorado. «La verdad es que en julio empezamos un poco más tranquilitos, pero en agosto estamos contentos. Para lo que teníamos pensado que iba a ser nos está sorprendiendo gratamente, hay movimiento», dice María José Larrea, una de las guías que acompaña a los turistas por Yuso.
Su compañera Valvanera Nieto añade que «no esperábamos tal afluencia y está viniendo muchísima gente», algo que como añade «para nosotros es un poco de trabajo añadido, ya que al hacer las visitas en grupos más reducidos, tenemos que hacer más recorridos», lo que, según puntualiza, no es un lamento, ya que asegura que «estamos encantadísimos con ello, porque a todos nosotros nos gusta este trabajo y queremos mucho a San Millán». También están resultando «un éxito» las visitas teatralizadas que se vienen haciendo lunes y martes, según afirma el guía que las acompaña, Adrián Fernández.
Para la hostelería local también ha sido «mejor de lo esperado», como afirman tanto Raquel Fernández, del restaurante Las Glosas, como Mar Gutiérrez, de La Posada de San Millán y La Calera, aunque ambas puntualizan que «no se ha trabajado como otros veranos».
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