«Tirar abajo la escuela del pueblo significa renunciar a nuestro crecimiento»

Carmen Cantera, única concejala de la oposición en la Corporación local, dice que esta es una decisión errónea. «Tirar abajo el colegio, por mucho que ahora no funcione, significa renunciar a nuestro crecimiento», afirma. «Demolerla es como decir que somos un pueblo al que no pueden venir familias, porque no se le van a dar facilidades», añade Cantera. Asimismo, la edil socialista detalla otras opciones para construir el recinto multiusos. «Se puede techar el frontón o realizar la obra en el campo, no hace falta cargarse nada», sentencia.

Opinión que comparten algunos vecinos, como Toño. Este sayón vive cerca de las antiguas escuelas, y opina que no debería erigirse ahí el nuevo edificio. «El ruido va a ser muy molesto, porque va a usarse para comidas populares, fiestas y verbenas», cree él. Desde el hotel de Azofra, también contiguo al colegio, lamentan que el nuevo recinto podría ser «un incordio para los huéspedes». En última instancia, el Consistorio confirma que el proyecto está en marcha, aunque aún no hay tomadas decisiones definitivas.