Uruñuela

Cuando un 'tattoo' urbanita es la mejor salida para el pueblo

Marisol Marijuan tiene 41 años y, tras casi toda una vida trabajando en un supermercado, pensó que debía replantearse el futuro y enfocarse en lo que de verdad le gustaba. «El mundo de los tatuajes, la estética y la imagen personal siempre me ha llamado la atención, aunque hasta la edad adulta lo veía más como una afición», cuenta esta cigüeñera.

Hace nueve años, ella comenzó a formarse en una escuela profesional de este ámbito y, desde entonces, ha encadenado unos conocimientos con otros. «Primero estudié estética en Logroño y después tatuaje en Madrid», explica. Más adelante, en el 2020, comenzó a trabajar por encargo. «Me he ido a muchos sitios con el estudio a cuestas, hasta que un día me di cuenta de que lo mejor era abrir algo fijo», afirma.

Y qué mejor sitio para hacerlo que en tu propio hogar. Marijuan aprovechó un local abandonado en Uruñuela, donde había una antigua tienda de ultramarinos, para establecerse. Esta curiosidad llamó desde el minuto uno la atención de los vecinos.

«Es curioso que de los pueblos desaparezcan los negocios de toda la vida, como el que había aquí antes, para abrir otros tan típicos de ciudades, como este», comenta una cigüeñera. «De todos modos, estamos contentísimas con que Marisol escoja este sitio para establecerse, aquí la queremos mucho», añade. Hasta ahora, este es el único negocio que ha abierto en la localidad en los últimos tiempos. Todos coinciden en señalar que hacen falta más ayudas para emprender en estos núcleos de población.

De momento, el recién inaugurado 'Belle & Tattoo Studio' de Uruñuela marcha como la seda. «La agenda está completa, sobre todo para tratamientos de belleza», apunta Marijuan. Y es que los cigüeñeros tienen ganas de que su vecina les deje lo más guapos posible. «Yo ya tengo una edad y, como no tenga una buena fachada, no me va a querer nadie», declara una señora mayor entre carcajadas, que desea hacerse cejas y uñas.

De momento, excentricidades pocas. Y eso que Marijuan ha tenido que lidiar con ellas a lo largo de estos últimos años. «En cuanto a tatuajes, lo más raro que me han pedido es un toro de Osborne en el culo o un bebé estilo 'Simpson' con un bate de béisbol, porque decía que le recordaba a su hijo», relata ella, también con una sonrisa en la boca.

Además de la estética, Marijuan se desenvuelve con soltura en otros campos artísticos, particularmente en uno muy relacionado con su tierra: las copas de vino. Personaliza por encargo estos recipientes con pintura acrílica. En el último evento 'Uruñuela Calidad' montó un puesto y vendió todas las que había diseñado para la ocasión.

Ahora, en su recién inaugurado estudio, ha puesto más de ellas a la venta en una pequeña estantería, junto a artesanía de otros artistas. Una iniciativa colaborativa y urbanita en pleno pueblo.

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