A la sombra de los calados del Iregua

La 14 Jornada de Puertas Abiertas de Villamediana de Iregua abrió este domingo una docena de calados en el bario de Bodegas. Hubo música, pasacalles con Ronda Jotera, hinchables acuáticos, barra de bar con pinchos y, sobre todo, vino en un ambiente festivo. De los 200 calados que se calcula que existen en Villamediana, la Asociación para el Desarrollo Turístico y la Recuperación de las Bodegas, que promueve esta cita, logró que ayer se abriesen catorce, que son más que la docena del año pasado pero menos que los veintidós que se han llegado a abrir.

«Hay problemas con algunas, que se han ido hundiendo, pero el concejal Diego Moreno quiere hacer cosas y querer es poder. Hay un plan diseñado y espero que se haga algo porque son 300 años de historia que no podemos dejar», expone Guillermo Pérez, presidente de la asociación organizadora. Los dueños de los calados sirven sus propios vinos cosecheros a los visitantes, la mayoría tintos elaborados con tempranillo, pero también con garnacha y viura, además de algunos blancos y rosados. En total, se vendieron unas 700 copas y los calados sirvieron de refugio por el calor reinante en lo alto del barrio.