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Paula, Mateo, María y Ana son unos niños de 9, 8 y 7 años de Sorzano que el próximo 13 de mayo harán la primera comunión en la iglesia de San Martín. Dentro de su catequesis, por recomendación de la Diócesis de Calahorra y ... La Calzada-Logroño y animados por el párroco, Elías Laguna, quisieron ayudar al proyecto de construcción de un hogar-guardería en Malawi, donde trabaja para procurar educación el misionero carmelita riojano Álvaro Marín Irisarri, quien ha solicitado tanto ayuda económica como rezar por los niños africanos.
A los pequeños de Sorzano se le ocurrió ir más allá y poder contar con la ayuda de todo el pueblo, así que confeccionan pulseras de poliéster con forma de rosario que venden a 2 euros para recaudar fondos. «El párroco nos lo propuso y los niños, además de ayudar con parte de su paguita, hacen las pulseras-rosario que cumplen con las dos premisas: se da una cantidad pequeña (2 euros), aunque hay quien da más, y a la vez se puede rezar», explica Rosa San José, catequista de la iglesia de Sorzano.
Empezaron con una idea modesta, pero ya han vendido más de 300 pulseras y reciben pedidos por decenas. «Está teniendo mucho éxito a través de familiares, amigos, compañeros de trabajo... la gente es muy solidaria. Y ya es raro que cojan solo una o dos pulseras. Incluso el párroco de Alberite compró varias para regalar a los niños que van a hacer allí la comunión y otras se han comprado para regalar a chavales que van a hacer la confirmación», explica Rosa San José.
Mañana domingo, a partir de las 13.15 horas, estarán en la plaza Don Juan Calvo Estefanía de Sorzano, junto al emblemático y milenario chopo, vendiendo pulseras. Y también esperan poder seguir vendiendo en la procesión de las Cien Doncellas. «El domingo pasado fue un éxito rotundo y nos están haciendo encargos. Está superando nuestras expectativas», confiesa la catequista. La idea es continuar con la venta al menos hasta el día de la primera comunión, en la que se realizará la ofrenda final. Antes, este mismo domingo realizarán una videollamada a Álvaro Marín para conocer el proyecto de Malawi.
«Los niños se han implicado mucho con un apoyo total por parte de sus familias, les hace mucha ilusión y tienen un corazón tremendo», afirma San José. Y un detalle más: las pulseras están bendecidas por el párroco. «Así, quien las lleve tiene protección especial, así son las pulseras-rosario emotivas», subraya Rosa San José.
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