Las siete nuevas campanas de Villamediana, a falta del fa

El toque manual de campana en España ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco. Ya en desuso por la mecanización de los campanarios, es un lenguaje con una treintena de formas de tocar, identificando con su sonido si se había producido una tragedia, si se avecinaba tormenta, si se había producido un fuego, si había misa, si se celebraba un nacimiento, una boda o si, por el contrario, había que lamentar una muerte. Con esta declaración, el Gobierno de España se ha comprometido a proteger esta práctica y fomentarla.

En Villamediana de Iregua, recientemente, se ha ampliado el repertorio de campanas con siete más, de manera que forman una octava musical a falta de la nota fa, con do, re, mi, sol, la, si y do. «Estas campanas están preparadas para tocar la melodía de 'Ya se van los pastores' y lo hacen a diario a mediodía», explica José Luis Tomás, campanero de la Sonería Monumental San Román y residente en Villamediana. Él ha donado el conjunto de campanas a la iglesia, que ya suma once con las cuatro con las que ya contaba. Todas fueron fundidas en 1964 por la empresa Viuda de Murua de Vitoria.

Todavía queda una más que colocar en el palomar de la iglesia de la Asunción, una campana de 110 kilos que corresponde a la nota fa. «Estamos a la espera de donativos para incorporar la que falta. Las campanas las he donado yo, que hacía mucho tiempo que las tenía en depósito y en lugar de tenerlas guardadas, mejor colocarlas. Me preguntaron si tenía y sí tenía y se buscó dinero para instalarlas. El coste de la colocación lo ha sufragado un anónimo», explica José Luis Tomás.

A las campanas se les ha colocado un martillo eléctrico para, a través de una programación, ejecutar más melodías. Esto hará único al campanario de la iglesia de Villamediana, que hasta las nuevas incorporaciones solo tocaba melodías litúrgicas y ahora abre el abanico a las canciones populares.

«Ahora ya creo que la iglesia de Villamediana tiene tantas campanas como La Redonda», cree José Luis Tomás. Una docena tiene la concatedral de Logroño, aunque tiene espacio para albergar más, así que, de instalarse la que falta en Villamediana, la Asunción tendrá tantas como La Redonda.

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