El agente de la Policía Local de Santo Domingo de la Calzada Manuel Naharro salvó el martes a una mujer de 85 años, cuya vivienda, ... ubicada en la carretera de Gallinero, se encontraba llena de humo. No sabía lo que había dentro, pero no se lo pensó: una persona necesitaba ayuda y, sin pensárselo, se metió por la ventana y procuró un final feliz.
- Seguro que ese día, más que nunca, se fue a casa con la satisfacción del deber cumplido...
- Muy contento, sí, sobre todo por haber podido socorrer a una persona. Estamos hablando de una mujer nacida en 1934, una persona de avanzada edad e impedida, que atravesaba una situación de mucho riesgo.
- ¿Qué es lo que ocurrió ese día?
- Los vecinos nos dijeron que salía una cantidad ingente de humo de un primer piso y que oían dentro a una persona chillar, pero no sabían más. Cuando llegamos al lugar vimos que habían puesto un madero para poder ver lo que había dentro, ya que la ventana está a unos 3,5 metros de altura. Vimos mucho humo, pero no sabíamos si había fuego. Sin pensarlo trepé a la ventana, sin saber lo que me iba a encontrar dentro, y me metí.Había muchísimo humo. No veía absolutamente nada más allá de 15 centímetros de mí. Al poco intuí la presencia de una persona. Estaba desvaneciéndose y abrí las ventanas para evacuar todo el humo posible. Quise abrir la puerta para que pudiera entrar mi compañero, servicios sanitarios y bomberos, pero estaba cerrada. Le pregunté a la mujer por las llaves pero estaba en tal estado de shock, tan asustada, que no lograba decírmelo. Yo la había colocado en el sitio más ventilado, se fue recuperando y me acertó a decir que estaban puestas en la puerta, pero en realidad estaban colgadas en la pared.
En el 2006 entró por la misma ventana para ayudara otra mujer a la que le había dado una hipoglucemia
- ¿Evacuaron a la mujer?
- No. Llegamos en el momento justo, porque no llegó a desvanecerse. Se recuperó y después vimos que el humo procedía de una estufa de leña.
- Su jefe habla de «valentía, arrojo» pero también de «temeridad» e «insensatez». Además de las felicitaciones, ¿le ha dado alguien un tirón de orejas por hacer lo que hizo?
- No, nadie. Muchas veces no se piensa en uno, sino en salvar a la persona que está dentro. Lo primero que hice es ver lo que había dentro; no vi fuego, solo humo, y por eso abrí todo.
- ¿Se ha visto anteriormente en una situación similar?
- Es curioso, pero en el 2006 entré en esa misma vivienda, por esa misma ventana. Entonces vivía un matrimonio de avanzada edad y a la mujer le había dado una bajada de azúcar. El marido estaba impedido y no podía abrir la puerta. Por eso entré por la ventana y por eso conocía, más o menos, la distribución de la casa.
- Usted lo ha hecho una vez, pero los bomberos lo hacen muchas, lo que da que pensar en lo meritorio y arriesgado de su trabajo, ¿no?
- Su trabajo es excepcional. También es cierto que ellos están acostumbrados y sus medios son mucho mejores que los nuestros. Ellos, igual que nosotros, vivimos una época de recortes. Ahora mismo estamos muy poquita gente. Nosotros tardamos en llegar dos minutos y medio. Si llegamos a tardar más igual estamos hablando de una persona fallecida. También hay que felicitar a los bomberos por su celeridad, ya que venían de Haro y Nájera y tardaron muy poquito tiempo en llegar.
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