El vandalismo no tiene nunca sentido. Tampoco gracia alguna, aunque los autores de los hechos en cuestión deben verla. Otra explicación no hay en lo ocurrido en algún momento de la noche del domingo al lunes –fue así porque los trabajadores del bar estuvieron ... en él hasta medianoche y no observaron nada raro–, cuando alguien accedió al recinto de las piscinas municipales y dejó su estúpida huella antes de irse: a la mañana siguiente apareció un banco en el interior del vaso grande. De allí fue retirado entre una socorrista, que enganchó el pesado objeto, y varios operarios de la brigada de Obras, que lo sacaron y devolvieron a su ubicación.
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No es la primera vez que las piscinas municipales sufren actos vandálicos contra su mobiliario esta temporada. Recientemente, el Ayuntamiento denunció en redes sociales daños sufridos en los baños masculinos, así como suciedad en la zona de los merenderos, aunque algún usuario observó que las papeleras se recogen con poca frecuencia y eso hace que la suciedad se esparza.
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