Polémica en torno a la desaparición del mercado solidario de Santo Domingo

Santo Domingo de la Calzada no acogerá este año el mercado solidario organizado por Cáritas de Rioja Alta (Arciprestazgos del Oja, Tirón y Najerilla), que durante 21 años se ha venido celebrando en torno a la festividad del Corpus, salvo los dos últimos, por la pandemia. Detrás de la suspensión, parece ser, están las diferencias entre el párroco de la catedral, Francisco José Suárez, y Cáritas de La Rioja Alta, organizadora del evento. De hecho, el grupo de Cáritas Santo Domingo lleva doce años sin participar en este mercado.

Por lo visto, esa situación llevaba visos de enmendarse para esta edición. Al menos, esa debía ser la intención del director de Cáritas La Rioja, Fernando Beltrán, quien, según recoge el boletín parroquial de Castañares de Rioja, ya había advertido a Pilar, la nueva animadora de Cáritas Rioja Alta, que «ya era hora de ir unidos con Cáritas Santo Domingo, que desde hace 12 años inició un camino en solitario –indica el folleto religioso–, por discrepancias del párroco con la dirección de Cáritas Diocesana».

La propuesta tuvo muy buena acogida en la primera reunión con los colectivos de Santo Domingo, en la que se acordó celebrar el mercado el 18 de junio y retomar un proyecto ya previsto antes de la pandemia, presentado por el misionero de Bañares Ángel Herrán.

Sin embargo –se explica en el boletín parroquial– cuando al terminar el encuentro la animadora de Cáritas llamó al párroco para comunicarle lo acordado, este «le contesta que no está de acuerdo y que hará su mercado. A la mañana siguiente, a primera hora, llamó el director de Cáritas a la animadora y le comunicó la suspensión del mercado, sin escuchar a los representantes de Cáritas del Arciprestazgo. Uno apunta y el otro dispara».

Y añade el boletín: «Al párroco no le venía bien la fecha indicada, quería hacerlo en julio, cuando los grupos están en modo vacaciones; quería, además, que fuese su proyecto (que no lo presentó) y luego ya daría a Cáritas 2.000 euritos, haciendo gala de un obsceno paternalismo». Suárez declinó hacer declaraciones sobre este asunto.

El medio informativo de la parroquia de Castañares dice lamentar «esta decisión unilateral, poco evangélica, sínoda, colegiada y poco caritativa». A renglón seguido indica que es «una ocasión perdida de haber hecho las paces, caminar juntos, que tantas veces repetimos cuando hablamos del Sínodo. En su lugar se harán mercados en los pueblos. «Nos faltará lo esencial, la convivencia entre todos los grupos que remamos en la misma dirección, el sentido de pertenencia, el encuentro festivo, el convencimiento de que unidos podemos, porque divididos nos pueden los problemas. El dinero que se recaude, para nosotros no es lo principal, aunque sí importante, pero para el párroco sí parece que lo es».

El evento estaba en la recta final de su organización: ya se habían reunido representantes de los grupos y colectivos participantes para ir concretando su participación en la iniciativa y solicitado al Ayuntamiento permiso para la ocupación de la plaza de La Alameda y la infraestructura necesaria: mesas, sillas, etc.

En la última edición, la del 2019, participaron unos 25 puestos, que elaboraron un surtido catálogo de productos rodeados de animación.

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