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Santo Domingo de la Calzada y Grañón volverán a encontrarse mañana, martes, en torno al anual 'Homenaje a los valientes', que en esta edición llega con algunas novedades importantes en cuanto a su formato.
Así, el acto, de cuya organización se ocupan siempre las asociaciones culturales Amigos de la ermita de Carrasquedo y Ayuela, de forma rotativa, celebrará a las 13 horas la tradicional exaltación de los valientes en torno a la cruz levantada en el lugar, donada por Mario Mendiola, para conmemorar el evento.
Junto a ella tendrán lugar las intervenciones y una ofrenda de flores. En el lugar también se venderán los tiques para los caparrones con sus correspondientes sacramentos, que este año, y esta es la principal novedad, se repartirán en la ermita de Carrasquedo, «donde ya no se podrán adquirir más tiques», informa la organización. Cada persona podrá comprar como máximo 5. El año que viene -anticipan- los caparrones se repartirán en la ermita del Santo.
Cada año desde hace muchos, ambas localidades se unen, ya no para litigar por ninguna dehesa, cometido que la leyenda cuenta que los dos pueblos descargaron, para evitar un derramamiento mayor de sangre, sobre el grañonero Martín y el anónimo caballero calceatense.
Ahora lo hacen, amigablemente, para recordar este episodio que el tiempo escribió, quizá con algo de realidad y mucha ficción, o al revés, quién sabe, y que con los siglos ha cristalizado en una jornada de confraternización en torno a los coprotagonistas del relato: los caparrones, el calórico plato que decantó la victoria de la lucha cuerpo a cuerpo a favor del labriego de Grañón, que se alimentó principalmente de ellos.
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