El concejal no adscrito, Carlos Barrón, solicitó ayer por escrito al equipo de Gobierno que «derribe de una vez, de manera subsidiaria», la casa declarada en ruina inminente en la calle Mayor, vía que lleva cortada a los peatones y al tráfico rodado desde enero, aunque muchas personas se arriesgan y pasan junto a ella cada día.
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Es un tiempo, en opinión del edil, «más que prudencial y legal establecido para que se informe a los dueños y que el Ayuntamiento inicie de inmediato el derribo». A ello añadió su esperanza de que, mientras, el equipo de gobierno haya realizado «la correspondiente reserva de partida presupuestaria para no retrasar más aún el trámite de derribo».
Barrón preguntó al concejal de Obras, Javier Ruiz, «por qué le dieron permiso de obras a una parte de los dueños de esa misma casa en el mes de noviembre del 2018 para recoger faltas de las grietas de la fachada, ya que estaba en ruina; por qué no se le denegó el permiso y se les indico que la derribasen», sugirió.
Ello, a su juicio, «demuestra el descontrol que hay en su Concejalía», a la que critica que obvie la problemática que la situación actual genera: acceso de los alumnos de la Escuela de Hostelería; peregrinos que son desviados por la calle del Cristo «y acaban perdidos por el cementerio de Margubete», o «la casa en ruina que esta junta a ella y no pueden entrar a derribar por peligro de derrumbe de la susodicha, con el correspondiente peligro de los trabajadores». A ello suma que en fiestas habrá que desviar las procesiones, que tienen en esa calle cortada parte de su recorrido, además de la mala imagen que la ciudad ofrece «en un año único» -en alusión a la celebración del Milenario y Año Jubilar Calceatense-, o el trastorno que supone para los vecinos de las casas colindantes. Ya se han producido algunos desprendimientos a la vía pública.
Barrón pide al equipo de Gobierno «que se ponga a trabajar y realice el expediente de derribo subsidiariamente con la misma celeridad que hicieron el de devolución del sueldo del alcalde». «Y si no tienen partida presupuestaria porque se han dormido en los laureles, como llevan los cuatro años -añade-, que hagan la modificación presupuestaria también con la misma rapidez que el alcalde realizó la de 7.000 euros que le faltaban para percibir su sueldo retroactivamente».
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Preguntado por ello, el alcalde, Agustín García Metola, emplazó su respuesta a hoy, pero avanzó que la situación es «bastante complicada».
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