La conquista romana de la península Ibérica y su presencia en la misma durante más de seis siglos dejó un importante legado, en todos los ámbitos, y muy especialmente en la ingeniería civil. España atesora un rico patrimonio –calzadas, puentes, puertos, faros, acueductos, presas etc–, ... que aún nos siguen asombrando por su dominio técnico, su fortaleza y porque, en no pocos casos, sigue teniendo uso y formando parte de nuestra vida cotidiana.
Difundir esta valiosa herencia cultural es el objetivo de la exposición 'Artifex. Ingeniería romana en España', que abrió ayer sus puertas en el claustro alto del convento de San Francisco, de Santo Domingo de la Calzada, donde podrá verse hasta octubre. La muestra abre todos los días, de 10 a 14 y de 16 a 20 horas.
La exposición, una versión adaptada y reducida para la itinerancia, de la primera que acogió el Museo Arqueológico Nacional de Madrid en el año 2002, se divide en cinco áreas temáticas: La construcción: materiales y maquinaria empleados por los constructores romanos; Las comunicaciones: calzadas, puentes, puertos, que hicieron posible la expansión de Roma en todos los ámbitos; La ciudad y su equipamiento, fundamentalmente sobre el abastecimiento de agua a las poblaciones; Minería y metalurgia (principales explotaciones, procedimientos etc), y, por último, un espacio dedicado a las técnicas y artes industriales.
La exposición está dividida en cinco áreas temáticas, que incluyen obras, maquetas y paneles informativos
En todas ellas se muestran muchas de las grandes obras de la ingeniería romana en Hispania, junto con las innovaciones y avances experimentados en la época en otros campos de la técnica, tales como la minería, la metalurgia o determinadas actividades preindustriales.
Entre muchos otros objetos, los visitantes podrán contemplar una réplica exacta de una bomba de Ctesibio conservada en el Museo Arqueológico Nacional; descubrir las distintas fases del proceso de fundición a la cera perdida, desde el primer busto modelado en arcilla hasta la pieza de bronce final; o comprobar, gracias a la maqueta de una grúa movida con rueda de pisar, la potencia de las máquinas empleadas por la ingeniería romana.
Todas las áreas incluyen paneles mixtos con texto e imagen que incorporan un variado repertorio fotográfico y documental, objetos ilustrativos de las diferentes, técnicas, mecanismos y obras expuestas, además de un nutrido grupo de maquetas de la colección del Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismos (CEHOPU), del Centro de estudios y experimentación de Obras Públicas (CEDEX), organizador de la muestra junto a la Fundación Juanelo Turriano. Colabora el cabildo de la catedral y la parroquia, y se enmarca en el convenio suscrito con CEDEX para el montaje, durante tres años consecutivos, de una exposición.
Patrón de los ingenieros
En su inauguración participó el obispo de la Diócesis, Santos Montoya, que se congratuló por el hecho de que «la Iglesia riojana pueda contribuir a acercar este tipo de exposiciones a la sociedad», sin pasar por alto, en este caso, que Santo Domingo de la Calzada «es un lugar propicio, al ser el patrón de los ingenieros».
También secundaron el acto la directora del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), Aurea Perucho Martínez, y el director gerente de la Fundación Juanelo Turriano, Bernardo Revuelta. Este último puso el acento en que la exposición va dirigida al público en general, tanto técnico como profano. Por su parte, el alcalde, David Mena, se alegró de que la ciudad «vuelva a ser una referencia a nivel cultural» y enfatizó en los «vínculos» del ayuntamiento con la cultura y en este caso con la parroquia, en cuanto a su colaboración en la organización de actividades, a través de convenios. Completaron la asistencia al acto el abad de la catedral, Francisco José Suárez, que ejerció de maestro de ceremonias; concejales y un grupo de calceatenses.