«Ya quedan pocas tiendas de ultramarinos como la mía»

UNA ENTREVISTA CON... Ana Isabel Aceña ·
Regenta desde hace 33 años un negocio en Santo Domingo

Javier Albo

Santo Domingo

Miércoles, 18 de noviembre 2020, 08:04

Ana Isabel Aceña lleva 33 años tras el mostrador de 'Ultramarinos Ana', una tienda de comestibles que evoca, hasta en el nombre, aquellas de la lejana infancia. Desde la calceatense calle San Roque, la hija de Mari «la de la tiendita», la mujer que empezó ... con el negocio en un local contiguo más de dos décadas antes que ella, ha visto pasar el tiempo a través del escaparate y aguantado la fuerte competencia de supermercados y grandes superficies. No es nada fácil ser una tienda 'de las de toda la vida'.

– Quedan ya pocas tiendas como la suya...

– Aquí sí, las grandes superficies se han comido al comercio pequeño. Cuando mi madre tenía la tienda había en Santo Domingo veintitantas tiendas de comestibles y todas vivían de ello. Ahora ya, cuando se jubilan nadie quiere seguir con el negocio.

– ¿En su caso tampoco habrá relevo generacional?

– No, y tampoco quisiera yo, porque no le veo futuro. Está todo muy parado.

– ¿Cómo ha sobrevivido una tienda pequeña a la gran competencia de supermercados, grandes superficies...?

– Con mucho sacrificio. Procuras traer género bueno, de calidad, de la tierra y las vecinas van respondiendo, pero no es lo que era antes.

– ¿Cuál es la principal ventaja de una tienda de este tipo frente al gran comercio?

– Sobre todo el trato, que es más cercano, y la confianza que le puedes dar al cliente.

– ¿Aquí todavía se fía?

– Ya no (ríe). Como antiguamente no. Si viene alguien y dice que no trae suficiente dinero, eso sí, desde luego.

– ¿Cuál es el perfil de sus clientes?

– Gente mayor, muchos de ellos clientes de toda la vida. Mi madre solía decir que las clientes eran como palomitas mensajeras, unas vienen y otras van.

– Aquí se vende de todo un poco, ¿no?

– Sí, de todo, como los ultramarinos de toda la vida. Lo que no tengo es bebida alcohólica, porque no podía competir con los supermercados.

– ¿Pasa mucho tiempo en la tienda?

– Todo el día. Desde las diez, aproximadamente, hasta las ocho y media de la tarde. La tienda tiene una cocina y comemos en ella, como hemos hecho toda la vida.

– Se anuncia en Facebook.

– Sí, mi hija lo puso. Yo no estoy muy puesta en redes sociales, pero es lo que predomina ahora.

– Si pudiera retroceder en el tiempo, ¿volvería aquí?

– Yo creo que sí. No he hecho otra cosa, la verdad, pero esto me gusta. También me gustaba estudiar y lo hice hasta COU, pero me plantearon esto y decidí quedarme. Nunca me he arrepentido de haberlo hecho. Me gusta el trato con la gente, te enteras de todo (ríe), les escuchas... Algunas veces me dicen que tendría que haber cambiado mi oficio por el de psicóloga.