Pierre y sus animales se van por los cerros... de Guadarrama

Santo Domingo. El peregrino francés que viajaba con 7 cabras y 3 burros sin documentación, que huyó de la plaza de toros, ha sido visto estos días por la sierra castellana

Javier Albo

Santo Domingo

Sábado, 16 de octubre 2021, 02:00

Recuerdan a Pierre? El peregrino francés fue noticia nacional a mediados de septiembre, tras ser interceptado en Santo Domingo de la Calzada con sus acompañantes: tres burros, siete cabras y un perro. La historia hubiera quedado en algo anecdótico, pero la posibilidad de que le ... quitaran los animales suscitó una oleada de solidaridad con el hombre, en la que muchos pedían que lo dejaran en paz. Todo terminó con una discreta huida de la plaza de toros –metafóricamente, por la puerta grande–, en la que habían confinado a los cuadrúpedos.

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Después, no se supo nada más de él, pese a lo difícil que es que semejante comitiva pase desapercibida. Hasta ahora, porque al galo se le ha visto, nada más y nada menos, que cruzando la sierra de Guadarrama. Lo contaba el miércoles TeleMadrid, que daba cuenta del paso del francés por los alrededores del Puerto de Cotos, no se sabe con qué destino, si lo tiene. El caso es que, a paso lento, el peregrino sigue avanzando tras su odisea riojana.

Recapitulando: Pierre llevaba más de 500 kilómetros recorridos cuando en una localidad riojana un vecino le recriminó la proximidad de sus animales a la fuente. Parece ser que comunicó a la Guardia Civil la presencia de los animales, que no llevan crótalos, y esta emitió un requerimiento para su localización.

Al pasar por Santo Domingo de la Calzada la Policía Local lo vio, lo comunicó al 112 y este al Seprona. Los agentes pidieron la documentación de los animales al peregrino, que carecía de guías sanitarias de circulación, microchips, crotales o bolo ruminal. Un veterinario de la comunidad los examinó. Aparentemente estaban en buen estado, pero habría que hacerles pruebas. Algunos ganaderos muestran su malestar, porque en su tránsito podrían transmitir alguna enfermedad, de tenerla. A los animales se les metió en una finca particular, primero, y después en la plaza de toros. La consejería del ramo transmitió que su intención era hacerles pruebas sanitarias a los animales, «con la posibilidad de entregarlos en depósito a una explotación para garantizar su bienestar».

Pero Pierre y sus acompañantes, su «familia», como los definió, ya se habían marchado de la plaza de toros. Javier Jiménez, el presidente del Club Taurino Calceatense, le había dejado la llave, por si necesitaba salir a algo, por ejemplo a tocar la guitarra en la ciudad, con lo que se gana la vida. Y la usó, pero para marcharse. Hasta hoy. Dicen, y de hecho hay algunas pruebas gráficas de ello, que se le vio por Pazuengos y por Lugar del Río. Dicen las malas lenguas, también, que hubo «vista gorda» en su caso, y que, una vez abandonó esta comunidad, la pelota ya estaba en otro tejado. Ahora sale por la sierra de Guadarrama.

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