Perdón en Santo Domingo

Santa María la Mayor de Roma es el primer templo del mundo dedicado a la Virgen María. En ella se custodia el que dicen es el pesebre en el que la Virgen puso al niño Jesús después de dar a luz en el establo de Belén. Desde el siglo IV en que fue construida, los papas le han concedido múltiples gracias espirituales. La más importante de ellas es la gracia jubilar perpetua por la cual se concede la indulgencia plenaria.

Dicha gracia se extiende desde ahora a la ermita de la Virgen de la Plaza, mediante concesión de la Penitenciaria Apostólica del Vaticano y previa solicitud de la parroquia, a través del Obispado. Dichas indulgencias podrán ganarse, de acuerdo con las condiciones habituales -confesión sacramental, comunión eucarística, oración por las intenciones del Sumo Pontífice, caridad, etc- en las siguientes fechas, a las que ya se refirió Arturo Calvo Espiga en un artículo que publicó sobre este asunto en el programa de fiestas de la Cofradía del Santo de este mismo año: en la fiesta de la titular de la basílica de Santa María la Mayor, el 5 de agosto; en la fiesta de la iglesia agregada, que en este caso es el 18 de septiembre, cuando se conmemora a la Virgen de la Plaza y el día de Acción de Gracias; en todas las solemnidades de la Virgen; una vez al año, en día elegido libremente por cada fiel, y siempre que se peregrine a la ermita o a la basílica.

El propio Calvo Espiga ofrecerá hoy una conferencia, a las 20.30 horas en la ermita, sobre el significado de este acontecimiento, que se celebrará mañana con el siguiente programa presidido por el obispo de la Diócesis, Carlos Escribano: a las 19 horas, rosario en San Francisco y procesión hasta la plaza del Santo; a las 19.40 horas se leerá en la ermita el decreto y las indulgencias, a lo que seguirá, a las 20 horas, una eucaristía de Acción de Gracias.