
La cervecería 'Trueno', de Santo Domingo de la Calzada abrió sus puertas a principios de los años 80. Fue el 4 de abril de ... 1984 cuando José Luis Blanco, de la mano de su hermano y su cuñado, cogieron los mandos. «Yo llevaba 15 años trabajando en hostelería, comencé en el Parador de ayudante de cocina, y como estaba ya metido en este mundo, decidimos entre todos comprar el traspaso a mi tío, que por ese entonces nos costó 9 millones de las antiguas pesetas», recuerda José Luis.
Publicidad
«A mi tío le llamaban el 'Trueno' en su juventud porque era torero y le puso ese nombre, así que nosotros decidimos que siguiera así», afirma.
Al ser de un familiar, este hostelero comenta que fue un aliciente para hacerse con el negocio, aunque reconoce que el mundo de los servicios ha sufrido un cambio muy grande desde que comenzaron.
«Cuando funcionaba la peseta se movía mucho dinero. Antes igual estábamos a las tres de la mañana vendiendo 60 o 70 bocadillos y a las cuatro estábamos echando a la gente por la puerta para poder cerrar», evoca divertido. «Sin embargo, la subida de los precios se ha notado en una disminución de clientes hoy día», asegura Blanco.
1 /
«Los impuestos se han pagado toda la vida, pero antes eran mucho más llevaderos y eso que alimentábamos a tres familias. Ahora mismo estamos tres autónomos aquí», explica, ya que ahora José Luis es el propietario de la cervecería y en ella también trabajan su mujer, María Pilar de Diego, y uno de sus hijos, Aarón Blanco.
Publicidad
Por ello, este vecino de Santo Domingo, aunque nacido en Santurde, tras 41 años al frente del 'Trueno', ha visto y conocido a todo el mundo de la hostelería calceatense y ahora afirma orgulloso ser el hostelero más antiguo de la ciudad.
«El hostelero que iba delante de mí en cuanto a antigüedad me sacaba a mí unos meses, pero se jubiló hace tiempo y ahora, aunque quedan locales con muchos años, todos son de los hijos que han seguido en el negocio», confirma.
Publicidad
Durante estas cuatro décadas, José Luis ha servido a diferentes generaciones de distintas familias y asegura estar «orgullosísimo» de ello. «Es una alegría que te anima a seguir», explica. «Al final te encuentras con gente de todo tipo, pero lo bueno siempre sale ganando, la relación que haces con los clientes y los conocidos».
Ahora, este hostelero de 67 años asegura que su jubilación, junto con la de su mujer, «llegará pronto», y será su hijo, Aarón, quien siga los pasos de su padre y se ponga al frente de esta cervecería calceatense y conforme la siguiente generación de hosteleros en la familia Blanco.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.