El Consejo de Salud de Santo Domingo pospone su reunión por falta de quórum

El Consejo de Salud de la zona básica de salud de Santo Domingo de la Calzada iba a constituirse el miércoles, pero no pudo hacerlo al no alcanzarse el quórum exigido. Las fechas, por vacacionales para muchos, están detrás de la primera sesión fallida, que obliga a reiniciar el proceso para convocar una nueva. «Me gustaría que fuera antes de que termine agosto», indicó su presidente, Carmelo Ruiz, concejal en el Ayuntamiento de Santurdejo.

Ruiz tiene prisa por abordar los asuntos que llevaba en el orden del día, como las reivindicaciones de los municipios integrantes de la zona básica de salud y la adopción de medidas al respecto; la información de medidas de reestructuración de la prestación de servicio, para adoptar con los desplazados y, también, con los brotes de COVID-19 que puedan producirse.

La sesión no se celebró (oficialmente), pero el presidente del consejo trasladó a los asistentes las reclamaciones que le hicieron llegar los representantes municipales en una reunión celebrada hace algo más de un mes. Las mismas serán trasladadas al Gobierno de La Rioja y también se entregó copia a Jorge Mínguez, subdirector general de Coordinación Sociosanitaria, y Pilar Sáenz, directora de Humanización, Prestaciones y Farmacia, presentes en la reunión. Ruiz mantuvo con ellos un rifi-rafe en el que, sobre la base de las últimas medidas y cambios en la prestación sanitaria, llegó a espetar en varias ocasiones que el Gobierno de La Rioja estaba imponiendo «una dictadura».

El malestar por las consultas telefónicas o la ruptura de unidades familiares por cambios en las tarjetas son algunas de las quejas en Santo Domingo. También, por citar otras, que el médico no acude a Ojacastro, Valgañón y Zorraquín; Hervías, Bañares y Castañares, entre otras cuestiones, denuncian la afección en la atención que reciben sus habitantes por la gran demanda de los usuarios de sus respectivos cámpines; en Villalobar, que hay muchos problemas con la atención telefónica; en Cirueña y Ciriñuela, falta de información y los vecinos no se aclaran. Los problemas en Santurde, Santurdejo y Pazuengos son bien conocidos y objeto de movilizaciones. San Torcuato se teme recortes en otoño y en Villarta-Quintana y Quintanar, que desde el confinamiento tienen que desplazarse a Grañón, pide volver a como estaban. En numerosos municipios se quejan de que los facultativos llegan tarde.

Frente a ello, estos ayuntamientos proponen una reestructuración, con los mismos facultativos y sin quitar servicios, y una redistribución de los cupos de tarjetas de los médicos.