El colectivo hostelero de Santo Domingo 'Siente la calle Madrid' recuerda a Santa Marta sin celebración

La festividad de Santa Marta, patrona de los hosteleros, pasa hoy sin pena ni gloria por Santo Domingo de la Calzada. La situación sigue sin estar para demasiadas celebraciones y, además, no resulta fácil llevarlas a cabo, por todas las medidas que conlleva la normativa de prevención. Así las cosas, la asociación de bares 'Siente la calle Madrid' (SLCM) ha querido en fecha tan señalada, al menos, lanzar un mensaje: «Estamos aquí».

Su presidente, Eduardo González, afirma que «nos hubiera gustado involucrarnos más a la hora de reactivar todo, pero nos vemos aún sujetos a una situación que no es cómoda ni agradable para nadie, porque esto no ha pasado y de momento hay que tener un poco de tranquilidad. Hay que aguantar un poco a que pase todo esto y, entonces, ahí estaremos».

Uno de los planes del colectivo era haber organizado hoy un homenaje al conocido hostelero Aldo Muga, que falleció en marzo por COVID-19. «La previsión es que hubiera habido mucha gente y nos hemos visto un poco desbordados a la hora de organizarlo», explica González. «Te derivan a Sanidad, al Ayuntamiento, hacer escritos, un protocolo de seguridad etc y al final nos vemos bastante limitados», dice, algo que extrapola a otras actividades que se han quedado en el camino, por el mismo motivo.

Algunas ya están en marcha, como el 'pinchopote' o el 'pinchopostre' (Studio 54) de los viernes, y otras en la agenda, como el festival de la sidra asturiana, que este año se realizará el viernes 7 de agosto. Los establecimientos asociados ofertarán ese día una botella de sidra y cuatro pinchos al precio de 6 euros. Hay otros planes, para mediados de agosto, como una ruta de pinchos, pendientes aún de concretar.

González dice echa en falta «un pelín más de ayuda por parte del Ayuntamiento» y, aunque considera que los bonos de hostelería fueron un buen intento, opina que su gestión resultaba un tanto complicada y eso hizo que participaran pocos locales hosteleros.

González acompaña esta valoración de una apelación a la prudencia, junto a un agradecimiento a la clientela en general por su buen comportamiento y la petición de que «sigan apoyándonos».