Una vidriera de prestigio para Santo Domingo

Suárez ha afirmado que la elección de Rupnik para elaborar una vidriera para el óculo de esta catedral responde a la intención de llevar a Santo Domingo de la Calzada, "como se ha hecho a lo largo de todos los siglos, los mejores artistas que siempre han existido".

Marko Rupnik (Zadlog, Eslovenia, 1954) estudió la carrera de Filosofía en Liubliana (Eslovenia) e ingresó en la orden jesuítica en 1973; al año siguiente se desplazó a Roma para terminar su tesis en Filosofía sobre Luigi Montarini e ingresó en la Academia de Bellas Artes, doctorándose bajo la tesis sobre Kandinsky.

Fue ordenado sacerdote en 1985, y a lo largo de su vida ha mantenido un gusto especial por el fauvismo de Matisse y el drama interior de Van Gogh; desde 1991 dirige el Instituto Oriental de Roma e imparte clases en la Universidad Gregoriana de la capital italiana.

Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, así como desarrollado otras tantas exposiciones individuales, además de intervenir en 1999 en la capilla Redemptoris Mater del Vaticano y en el año 2011 en la capilla del Santísimo de la Catedral de la Almudena de Madrid.

El párroco de la catedral calceatense ha indicado que Rupnik "representa lo que es el arte contemporáneo y la unión del arte oriental con el occidental".

Así, ha recalcado que este artista "tiene un taller que fue creado junto con el Papa Juan Pablo II en el año 1993", en el que "une espiritualidad con el arte religioso y se dedica a hacer obras por todo el mundo".

La obra que Rupnik ha diseñado "con toda la creatividad" estaba enmarcada en "lo que eran las diferentes vidrieras que hay en la catedral", ha dicho Suárez, quien ha añadido que querían dedicarla al Espíritu Santo.

Suárez ha destacado la "muy innovadora" forma en que este artista ha ejecutado esta vidriera circular, en la que "representa en el centro al Dios Padre que envía al Espíritu Santo y, alrededor, la fuerza del Espíritu que viene a través de los siete sacramentos".

"La vidriera es un trabajo impresionante porque ha utilizado colores muy cálidos, ha buscado unas representaciones magníficas de lo que son cada uno de los sacramentos, entra dentro del contexto de lo que nosotros esperábamos de un artista de esta importancia", ha recalcado.

El párroco de este municipio ha destacado que Rupnik "ha estado muy a la altura" y ha considerado que es "un trabajo magnífico que va a agradar, a nivel personal, a todo el mundo".

Ha incidido en que esta vidriera aporta a la catedral "más categoría" y la "calidad" de alguien que ha sido catalogado como "el Miguel Ángel de estos tiempos".

La vidriera necesitaba este "arreglo" porque, en el año 1825 hubo un incendio en el coro de la catedral, ha relatado, y, "aparte de quemarse un trozo del coro, reventaron todas las vidrieras, de modo que esta es la que faltaba de hacer".

Suárez ha confesado que es la primera vez que encargan un trabajo a este artista, pero les gustaría que no fuera la última, aunque "es algo muy difícil porque es un hombre que está muy solicitado"

"Hemos tardado años en poder culminar esta obra", ha subrayado Suárez, quien ha destacado la importancia de que Rupnik "haya tenido este tiempo para dedicarle también a Santo Domingo"

"Las primeras conversaciones y el primer conocimiento que tuve yo de él fue en el año 2008, desde entonces hemos estado hablando, él ha estado a título personal para ver la catedral en dos ocasiones", ha asegurado.

Rúpnik "se enamoró, desde un principio, de esa vidriera que ahora ha hecho" con un estilo que, ha apuntado, "rompe porque no se han hecho vidrieras de esa manera, con una perspectiva para que pueda verse desde abajo, con un doble cristal para que tenga profundidad, está muy bien conseguida".