Derriban veinte postes de telefonía y roban más de 1.800 metros de cobre

Del suceso se supo sobre las 6.00 horas, cuando un particular alertó al Centro de Emergencias del Gobierno de La Rioja de la existencia de postes caídos en la citada carretera. Desde el SOS Rioja se informó a la Guardia Civil y se movilizó a bomberos del CEIS Rioja, a mantenimiento de Carreteras y a la empresa suministradora de telefonía. A las tareas también se sumó la Policía Local, en labores de regulación del tráfico, ya que desde ese momento la vía quedó cortada en ambos sentidos y se dio paso alternativo tanto por la N-120 como por la LR-325. La circulación volvió a reanudarse al mediodía, aunque aún seguían trabajando en los postes derribados operarios de Elecnor.

Fuentes municipales de ambas localidades no tenían constancia de incidencia alguna en las comunicaciones telefónicas.

La Policía Local encontró por la tarde el cable sustraído, extendido en el camino de Roturas, perpendicular a la carretera de Gallinero, a unos 3,5 kilómetros del lugar del robo. Se desconocen los motivos de que fuera abandonado allí, aunque se conjetura que lo tuvieran preparado para quemar y huyeran al percatarse de que alguien se acercaba.

El derribo de postes telefónicos para apoderarse del cableado es una práctica ilícita cada vez más extendida por todo el país. Los cables telefónicos contienen materiales 'jugosos' para los cacos debido a su valor en el mercado ilegal. Es el caso del cobre, que debido a sus propiedades conductoras se utiliza en la fabricación de cables. En el mercado legal, un kilo de cobre puede costar en torno a los 5 euros, en función de la oferta y la demanda. El tendido, además, puede contener aluminio, también valioso, y otros metales en cantidades insignificantes, por lo que no son el motivo del robo. En algunas ocasiones también se llevan el plástico aislante, ya que, aunque de valor muy inferior, también puede ser reciclado. Generalmente lo queman para extraer el cobre.

Numerosas localidades riojanas se han visto afectadas por estos robos. Por citar las más recientes, en Foncea, los ladrones se llevaron más de mil metros de cable en diciembre de 2022 y, hace unos días, volvieron a por lo poco que quedaba entre la carretera N-232 y la entrada de la localidad. En Herramélluri, hace un par de meses, también se llevaron unos 200 metros de cable en el entorno de la ermita de la Virgen del Poder. Igualmente, volvieron después a por lo que había quedado.

En La Villa de Ocón robaron a mediados de este mes 200 metros de la línea de telefonía en la zona arbolada de El Portillo y dejaron la localidad sin conexión. La Guardia Civil ha detenido en las últimas fechas a varias personas por delitos así.