Otro belén napolitano-calceatense

El octogenario artista, con la ayuda de su esposa Liviana y de personal del templo, va levantando día a día otra pequeña ciudad que más tarde llenará de vida repartiendo figuras por sus calles. Sus dimensiones son, aproximadamente, de 4,5 metros de ancho por 3,5 de fondo, mucho más pequeño que el que se expone actualmente en el principal templo de la ciudad. Durante la pandemia elaboró todo el decorado y lo fue mandando en paquetes a la catedral, a la que el matrimonio donará la obra una vez que esté concluida.

Ambos vinieron ya a Santo Domingo de la Calzada en el año 2016 para corregir algunas anomalías que vio en el belén napolitano de la catedral, de cuya escenografía es 'padre'.

Entonces no sabía que estaba en la ciudad calceatense; se enteró por casualidad navegando por internet.